ROMA - Una fiscalía en Italia informó el sábado que abrió una investigación de naufragio culposo y homicidio involuntario múltiple tras el hundimiento de un superyate durante una tormenta frente la costa de Sicilia, en que murieron siete personas a bordo —entre ellas el magnate británico de la tecnología Mike Lynch y su hija.
El fiscal de Termini Imerese, Ambrogio Cartosio, confirmó que se ha iniciado la pesquisa, pero subrayó que no se ha identificado a ningún sospechoso.
“Estamos apenas en la fase inicial de la investigación. En este momento, no podemos excluir ningún tipo de suceso”, dijo a reporteros en una conferencia de prensa.
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Cartosio dijo que su equipo considerará cuidadosamente cada posible elemento de responsabilidad, incluidos los del capitán del barco, la tripulación, las personas a cargo de la supervisión, el constructor del barco y otros.
“Para mí, es probable que se hayan cometido delitos, que se trata de un caso de homicidio involuntario, pero sólo podremos establecerlo si nos dan el tiempo para investigar”, añadió.
La principal cuestión en que se enfocan los investigadores es cómo una embarcación considerada “insumergible” por su fabricante, el astillero Perini Navi, acabó hundiéndose, siendo que un velero que se encontraba cerca del superyate resultó prácticamente sin daños.
La fiscalía dijo que el suceso fue “extremadamente rápido” y que la información que han obtenido parece apuntar a una “corriente descendiente”, una fuerte ráfaga de viento que desciende desde una tormenta y se propaga rápidamente al llegar a tierra.
En un inicio, las autoridades de protección civil pensaban que el yate, que contaba con un característico mástil de aluminio de 246 pies de altura, había sido alcanzado por un tornado sobre el agua, conocido como tromba marina.
También se preguntó a los investigadores por qué casi toda la tripulación sobrevivió, exceptuando al chef, mientras que seis pasajeros quedaron atrapados en el casco.
Las autoridades locales confirmaron que la mayoría de los cadáveres recuperados se encontraron en la misma parte del barco —en el lado izquierdo y cerca de la superficie—, lo que indica que los pasajeros se refugiaron en las cabinas, donde se formaron las últimas burbujas de aire.
El fiscal adjunto Raffaele Cammarano dijo que probablemente los pasajeros estaban dormidos y añadió que uno de los principales elementos de la investigación es establecer si alguien los alertó.
El viernes, los rescatistas llevaron a tierra el cadáver de la última persona que continuaba desaparecida tras el naufragio del Bayesian, un superyate de lujo de 184 pies de eslora con bandera británica, que se hundió en medio de una tormenta a primera hora del lunes con 10 pasajeros y una tripulación de 12 miembros.
La séptima persona fallecida es Hannah Lynch, de 18 años, hija adolescente del magnate británico de la tecnología Mike Lynch, cuyo cadáver había sido recuperado el jueves. El magnate celebraba su reciente absolución por acusaciones de fraude en compañía de su familia y personas que lo defendieron en un juicio en Estados Unidos. Su esposa, Angela Bacares, fue una de los 15 sobrevivientes.
Los rescatistas trabajaron durante cuatro días para hallar a todos los desaparecidos, avanzando lentamente por el interior de los restos del yate en el lecho marino a 164 pies de profundidad.
Las otras cinco personas fallecidas son Christopher Morvillo, uno de los abogados estadounidenses de Lynch, y su esposa, Neda; Jonathan Bloomer, presidente de la filial de banca de inversión de Morgan Stanley con sede en Londres, y su esposa, Judy; y Recaldo Thomas, chef del yate.