MANILA, Filipinas — Ferdinand Marcos, hijo del depuesto dictador del mismo nombre, juramentó el jueves como presidente de Filipinas en uno de los mayores regresos políticos en la historia reciente pero que según oponentes fue alcanzado gracias a un remozamiento de la imagen de su familia.
El ascenso al poder de Marcos Jr. —36 años años después de que una revuelta del “Poder del Pueblo” apoyada por el ejército enviara a su padre a la infamia mundial— supone un vuelco en la política de esta democracia de Asia, donde un día feriado, monumentos y la Constitución son recordatorios del régimen tiránico de su padre.
Pero en su discurso de investidura, Marcos Jr., conocido como "Bongbong", defendió el legado de su fallecido padre, que según dijo consiguió muchas cosas que no se habían alcanzado desde la independencia del país, y dijo que le emularía.
SARA DUTERTE, HIJA DEL PRESIDENTE SALIENTE, ASUMIÓ LA VICPRESIDENCIA
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“Lo consiguió, en ocasiones con el apoyo necesario, en ocasiones sin él. Así será con su hijo”, dijo entre aplausos de sus seguidores en la multitud. “No les daré excusas”.
“Mi padre construyó más y mejores carreteras, produjo más arroz que todos los gobiernos antes que el suyo”, dijo Marcos Jr., que también elogió los proyectos de infraestructura de su igualmente controvertido predecesor, Rodrigo Duterte.
El nuevo mandatario pidió unidad. No mencionó las atrocidades de derechos humanos ni el expolio de los que fue acusado su padre, y dijo que hablaría del futuro, no del pasado. La hija de Rodrigo Duterte, el presidente saliente, asumió la vicepresidencia tras ganar también en las elecciones.
En Filipinas, los candidatos a la vicepresidencia deben competir por separado en las elecciones para ganar el puesto.
Activistas y sobrevivientes de la era de la ley marcial bajo Ferdinand Marcos padre protestaron durante la asunción presidencial de Marcos Jr. en las escalinatas del Museo Nacional en Manila. Miles de policías, incluidos contingentes antimotines, agentes de élite y francotiradores fueron desplegados para garantizar la seguridad en el distrito turístico de la bahía.
El vicepresidente chino Wang Wishan y Doug Emhoff, esposo de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, figuraban entre los dignatarios presentes en la ceremonia.
“Guau, ¿de veras está sucediendo esto?”, preguntó Bonifacio Ilagan, activista de 70 años que fue detenido y torturado por fuerzas de contrainsurgencia durante el régimen de Marcos padre. “Para las víctimas de la ley marcial como yo, esto es una pesadilla”.
Estos antecedentes históricos y el antagonismo al parecer perseguirán a Marcos Jr. durante su presidencia de seis años que comenzará en momentos de intensa crisis.
Filipinas figura entre los países de Asia más afectados por los dos años de la pandemia de COVID-19, después de más de 60,000 muertes y prolongados confinamientos que causaron que la economía cayera en su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial y se agravaran sus niveles de pobreza, desempleo y hambre.