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MÉXICO - Autoridades de Estados Unidos aprehendieron este miércoles al exgobernador de Chihuahua, César Duarte, según informó la Fiscalía General de la República.
Según los reportes, Duarte, quien era buscado para cumplir con al menos 21 órdenes de aprehensión, fue detenido en la ciudad de Miami, en el estado de Florida, donde vivía desde hace varios años.
En enero de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador avaló la petición de extradición contra Duarte y aseguró que el gobierno de Estados Unidos había dado una respuesta afirmativa.
"Ya sé resolvió esto y ya hay respuesta afirmativa del gobierno de Estados Unidos", expresó entonces ante el actual gobernador de Chihuahua, Javier Corral, y miembros de su gabinete. "Sí procede la extradición".
"El gobierno estadounidense, a través del Departamento de Estado, notificó que procedía el trámite que se está llevando a cabo".
La Fiscalía General de la República detalló que este miércoles, la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia de Estados Unidos comunicó que el exgobernador fue detenido por el Servicio de los Alguaciles Federales (US Marshals Service).
Dentro de las próximas 72 horas a la detención, según información preliminar y aún no oficial, dijo la Fiscalía, el reclamado sería presentado ante la Corte Federal del Distrito Sur de Florida, donde se le explicarán sus derechos y los delitos por los cuales es requerido por el gobierno de México.
La orden de detención con fines de extradición fue emitida por un Magistrado Federal de Nuevo México, Estados Unidos.
El exgobernador de Chihuahua, quien concluyó su gestión en octubre de 2016, fue señalado de corrupción y desvío de recursos públicos.
La Fiscalía de Chihuahua emitió en 2017 la primera orden de captura tras detectar anomalías en la Cuenta Pública del estado: una deuda de 48,000 millones de pesos ($2,119 millones) y un desfalco al erario por más de 6,000 millones de pesos ($264.7 millones).
Además, se le acusó del desvío de 250 millones de pesos ($11 millones) para las campañas electorales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el que militaba, como parte de la llamada "Operación Zafiro".
Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, afirmó que este instituto político está del lado de la ley y a favor de la lucha contra la corrupción, “tope hasta donde tope”.
“Habremos de lamentar si priistas se ven involucrados en actos de corrupción. Si priistas cayeron en actos de corrupción, al hacerlo han traicionado al gobierno, a sus instituciones y han traicionado también al PRI”, aseguró en un comunicado.
Moreno sostuvo que “nunca estaremos con quienes han abusado para lograr provechos personales desde la función pública. Las instituciones mexicanas, para cumplir sus altos cometidos, deben estar al margen de funcionarios y empleados que las traicionan con desvíos y abusos”.
