West Palm Beach

Golosinas heladas y duchas frías: así es como un zoológico de Florida mantiene frescos a sus animales

A los visitantes del zoológico les encanta ver cómo se refrescan los animales y los niños aprietan la cara contra el cristal para ver mejor.

Telemundo

WEST PALM BEACH, Florida - Los tigres malayos y las tortugas de Aldabra son nativos de tierras cálidas y húmedas, pero eso no significa que no disfruten de una golosina congelada caluroso día de verano en Florida.

Este mes, las temperaturas en el sur de Florida han alcanzado los 90 grados Fahrenheit (30 grados Celsius) con una humedad del 70%, lo que hace que las temperaturas superen regularmente los 38 grados.

El personal del Zoológico y la Sociedad de Conservación de Palm Beach emplea diversas técnicas para mantener frescos a los animales. En el recinto de los osos negros, los cuidadores arrojan grandes montones de hielo para que los animales se revuelquen en ellos, lo que enfría su piscina a 74 F (23 C). A las nutrias les echan bloques de hielo y pescado congelado en el agua para que jueguen y coman.

Los tigres se dan un festín más ingenioso: Huesos de vaca congelados en bloques de hielo y leche de cabra congelada. A los grandes felinos también les gusta nadar.

Las tortugas gigantes, originarias de las islas del océano Índico, disfrutan de las duchas frescas de una manguera, que pueden sentir a través de sus caparazones.

"Aunque todos nuestros animales están aclimatados al clima del sur de Florida, buscan formas de refrescarse durante los días calurosos, igual que nosotros," explica Mike Terrell, conservador de experiencias con animales del zoo. "Todos los animales que tenemos en el zoo han sido elegidos específicamente porque están acostumbrados a climas cálidos. Y por eso son totalmente felices en un ambiente de mucho calor y mucha humedad."

A los visitantes del zoo les encanta ver cómo se refrescan los animales y los niños aprietan la cara contra el cristal para verlos mejor, dice Terrell.

"Nos encantan las huellas de sus narices," dice Terrell.

Averiguar qué actividades de refrigeración disfrutan los animales requiere un poco de ensayo y error, dijo.

"Ellos nos dicen lo que les gusta," explica Terrell. "Podemos hacer nuestras mejores conjeturas, pero si les damos algo que no les gusta o con lo que no interactúan, no seguiremos dándoselo."

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