Un veterano sargento del Departamento de Policía de Opa-locka ha sido despedido por segunda vez en sus 14 años de servicio, luego de que una investigación interna revelara que utilizó de manera inapropiada una pistola Taser contra un compañero de trabajo.
Sergio Pérez, quien se unió al departamento en 2007 y había escalado en las filas hasta llegar a capitán, ha estado en el centro de varias controversias a lo largo de su carrera.
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El lunes pasado, el jefe de policía de Opa-locka, Kenneth Ottley, anunció que Pérez había sido despedido nuevamente, después de que una investigación interna identificara siete violaciones a las políticas del departamento.
Entre estas, se destacó el uso indebido del equipo, causando heridas a un oficial y demostrando mala conducta administrativa. Según el informe, en septiembre de 2021, Pérez entró en la oficina del departamento con una pistola Taser encendida y la disparó contra el sargento Michael Steel, quien estaba sentado en su escritorio.
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A pesar de que Steel le pidió repetidamente a Pérez que no lo hiciera, este no hizo caso a su compañero, diciéndole que "dejara de comportarse como un bebé", y luego salió de la oficina riéndose.
Este incidente no fue el primero que involucró a Pérez en problemas con la ley y las normas del departamento. En 2020, Pérez había sido investigado por presuntamente abusar de un adolescente con problemas mentales durante un arresto, un caso que también generó gran controversia.
La investigación inicial se detuvo cuando Pérez fue acusado penalmente por el uso del Taser, pero se reanudó después de que el caso fuera desestimado en enero de este año.
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A pesar de que Pérez había expresado confianza en su exoneración, la investigación interna del departamento concluyó que sus acciones eran inaceptables y violaban los estándares de conducta exigidos a los oficiales de Opa-locka.
En una conferencia de prensa realizada este miércoles, el jefe de policía Ottley condenó enérgicamente las acciones de Pérez, afirmando: "Está claro que no cumplió con los estándares que exigimos a todos los miembros del departamento. Sus acciones pusieron en peligro a sus compañeros e hirieron a uno de ellos. Se saltó una línea que exigía que ya no formara parte de este departamento".
A pesar de su despido, Pérez no ha permanecido en silencio. En un comunicado enviado a Telemundo 51, el exsargento expresó su desacuerdo con la decisión y lanzó serias acusaciones contra la administración del departamento. "La semana pasada, denuncié una conducta criminal, incluida la falta de pruebas, al capitán de asuntos internos. Lamentablemente, el jefe de policía y el administrador de la ciudad han hecho la vista gorda ante la corrupción que he denunciado", declaró Pérez.
