Los candidatos estuvieron en un maratón de eventos concentrados en tres estados del país. Harris se mantuvo en 5 ciudades de Pensilvania, tres de ellas con alta concentración de hispanos.
Desde allí dijo a los estadounidenses que tenían más en común que aquello que los separaba y que había que luchar por el país, mientras evitó nombrar a su contendiente.
El expresidente hizo paradas en Carolina del Norte, Pensilvania y Míchigan. Desde allí instó a las personas a votar y advirtió que “de no hacerlo, un partido terrible tomaría las riendas y destruiría al país”, refiriéndose a los demócratas.
Harris y Trump tienen la mirada en los estados que todavía constituyen una oportunidad: en Carolina del Norte, el 57% de los electores ha ejercido su voto; en Míchigan, ese porcentaje es 42.9%; y en Pensilvania aún ven más oportunidades con solo el 20% de los votantes habiendo acudido ya a las urnas.
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Mientras tanto, en Washington D.C., decenas de camiones ya se preparan para bloquear los principales accesos a la Universidad Howard, el lugar donde la vicepresidenta Kamala Harris esperará los resultados.
La noche del lunes cerraba con seguridad máxima en el campus principal, pues es aquí donde la candidata demócrata esperará los resultados con sus partidarios y campaña.
Una reja adicional ya refuerza el perímetro en la Casa Blanca, frente a turistas expectantes tanto de la escena local como nacional.
Local
El mismo perímetro ha sido reforzado alrededor de la residencia de la vicepresidenta. Algunos negocios, grandes o pequeños, toman medidas adicionales para proteger su fachada.
La policía metropolitana permanecerá durante toda la semana operando a máxima capacidad durante 12 horas.
Pamela Smith - jefa de la policía metropolitana de Washington D.C. asegura que, dependiendo de lo que ocurra, quizá trabajen en horarios más extendidos para asegurarnos de que tenemos oficiales en cada esquina.
