El presidente electo Donald Trump le ha comunicado al gobernador de Florida Ron DeSantis que quiere que su nuera Lara Trump sea el reemplazo del senador floridano Marco Rubio, quién ha sido nominado como próximo secretario de Estado, según informó este sábado el Washington Post.
Las fuentes familiarizadas con el asunto dijeron al rotativo que DeSantis está considerando seriamente a Lara Trump para el puesto y le importa mucho la opinión del presidente electo. Sin embargo, es probable que elija a alguien que haya ocupado un cargo público en ese estado para reemplazar a Rubio.
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Esta semana Lara Trump renunció a su cargo de vicepresidenta del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglás en inglés).
En un mensaje en redes sociales, afirmó que ha logrado cumplir con los tres objetivos que se planteó cuando asumió la dirección del partido en marzo pasado: superar los récords de recaudación, construir un "ejército" de observadores electorales y conseguir que millones de personas votaran de forma anticipada.
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"El trabajo que vine a hacer ha sido completado y tengo la intención de retirarme formalmente del RNC en nuestra próxima reunión", declaró la dirigente el lunes pasado.
Lara Trump, casada con Eric Trump, uno de los hijos de Donald Trump, dijo el mes pasado en una entrevista con la cadena Fox News que "si me eligen para desempeñar otro cargo, sería un verdadero honor para mí". Según dos fuentes familiarizadas y citadas por el periódico, ella quiere ser senadora.
DeSantis enfrenta una encrucijada porque, según medios locales, el presidente electo baraja nominarlo como secretario de Defensa ya que la candidatura de su actual nominado, Pete Hegseth, se tambalea tras haber sido acusado de haber abusado de una mujer en California en 2017 y de alcoholismo.
Lara Trump asumió la vicepresidencia del RNC el pasado 8 de marzo tras recibir el respaldo de su suegro en una muestra del control que la familia Trump ejerce sobre el Partido Republicano.
En su mensaje de despedida, agradeció el apoyo y el trabajo tanto de Trump como del presidente del RNC, Michael Whatley.
