La madrugada del 23 de septiembre, un trágico incidente en el restaurante "Antojitos Mexicanos" en Fort Lauderdale, Florida, conmocionó a la comunidad local.
A la 1:26 de la mañana, una llamada al 911 alertaba de una emergencia tras una discusión que terminó en violencia. "Han disparado a un señor, le metieron tres balazos", informaba la testigo a la operadora del 911.
La disputa entre dos clientes escaló rápidamente, culminando con el asesinato de Socorro Camacho, de 54 años, quien recibió un disparo en el pecho y dos en la espalda.
Según los testigos, la pelea se originó por una diferencia trivial: una canción en el local. La víctima, un cliente frecuente del restaurante, era conocido en el vecindario.
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Uno de los testigos describió cómo el ambiente se volvió tenso antes de que se desatara la violencia. Relató que el fallecido sacó un arma a otra persona, quien aparentemente reaccionó de inmediato.
El hermano de la víctima, Julián Camacho, expresó su dolor ante las cámaras, pidiendo justicia y mayor seguridad en lugares públicos. "Mi hermano ya se fue, pero que lo hagan por la demás gente", exclamó.
