Palm Beach

Tiroteo en estacionamiento de escuela en Palm Beach obliga al cierre del campus: no hay estudiantes heridos

El Distrito Escolar del Condado de Palm Beach emitió un comunicado en el que asegura que ningún personal ni estudiante de la escuela resultó herido.

Telemundo

En un inicio de jornada que debería haber transcurrido con la normalidad habitual, la Escuela Secundaria Suncoast en Riviera Beach se convirtió en un caos. A las 7:20 de la mañana, justo cuando los estudiantes se preparaban para iniciar sus clases, patrullas policiales irrumpieron velozmente en el recinto, desencadenando una serie de eventos que dejaron a la comunidad educativa sumida en el temor y la incertidumbre.

Según los informes iniciales, un hombre aún no identificado fue blanco de disparos por parte de la policía en el estacionamiento de la institución. Este hecho desencadenó la activación del código rojo, un protocolo de seguridad que obligó a confinar a los estudiantes y el personal dentro de las instalaciones, mientras las autoridades trabajaban para esclarecer la situación.

Durante horas interminables, el estacionamiento se convirtió en un hervidero de actividad policial, con la presencia de múltiples agencias del cumplimiento de la ley, incluyendo la Policía de Riviera Beach, la Policía Escolar, la Oficina del Alguacil del Condado Palm Beach y el Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida.

Mientras los agentes trabajaban para desentrañar los detalles del tiroteo, los padres de familia se enfrentaban a una angustia indescriptible. Noemí Ortiz, una madre preocupada, expresó su temor con palabras desgarradoras: "Pensé que mis hijas estaban en peligro, y salí del trabajo para venir a buscarlas".

Celini Rampersad, otra madre que vivió esta experiencia traumática, compartió su experiencia: "Fue aterrorizante. Mi hija me envió un mensaje de texto a las 7:15 de la mañana y me dijo que el colegio estaba en código rojo y que hubo un tiroteo, pero no estaba segura de lo que había sucedido. Fue muy atemorizante".

A medida que transcurrían las horas, la incertidumbre se apoderaba de la comunidad escolar. Pese a los esfuerzos de las autoridades por mantener el orden y la seguridad, la falta de información oficial alimentaba las especulaciones y los temores.

No fue hasta bien entrada la tarde que las autoridades finalmente levantaron el código rojo, permitiendo a los padres recoger a sus hijos de manera ordenada. Sin embargo, las calles cercanas permanecieron cerradas, dificultando aún más el proceso de reunificación familiar.

Aunque las autoridades han sido herméticas en cuanto a los detalles específicos del incidente, se ha confirmado que ningún estudiante ni miembro del personal resultó herido durante el tiroteo.

Mientras la investigación continúa, liderada por el Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida debido a la participación de un oficial de policía en el tiroteo, la pregunta que queda en el aire es: ¿cómo pudo un día escolar ordinario convertirse en una pesadilla tan aterradora?

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