Los estibadores de los puertos de la Costa Este y del Golfo de Estados Unidos, incluyendo Port Miami y Port Everglades, se fueron el martes a la huelga reclamando mejoras salariales y en contra de la automatización, una medida que podría causar desabasto de algunos productos si dura más de unas cuantas semanas.
La huelga del sindicato de estibadores estalló luego de que se estancaron las negociaciones por un nuevo contrato de seis años.
Noticias de Florida 24/7 en Telemundo 51.
>La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, envió el lunes un memorándum a los comisionados detallando los preparativos, mientras los trabajadores se aprestaban a iniciar la huelga.
“El condado respaldo los derechos de nuestros trabajadores de negociar contratos colectivos y el puerto (de Miami) está trabajando con sus socios en la industria, incluyendo a las agencias del orden, para garantizar la seguridad de todos los usuarios del puerto y las operaciones", indicó el memorándum.
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>La huelga impacta a cuando menos 14 puertos de Maine a Texas, incluyendo a los dos puertos de Broward y Miami-Dade.
Los puertos manejan aproximadamente la mitad de las importaciones marítimas de Estados Unidos. Según estimaciones variables, la huelga abarca entre 25,000 y 50,000 miembros de la Asociación Internacional de Estibadores. En total, la ILA tiene 85,000 miembros.
Los dirigentes sindicales sostienen que los grandes transportistas de carga mundiales han obtenido enormes beneficios desde que los problemas en la cadena de suministro durante la pandemia hicieron subir las tarifas de los fletes, y afirman que los trabajadores no han compartido lo suficiente esas ganancias.
Local
Es poco probable que los consumidores sientan el impacto a menos que la huelga dure varias semanas, porque las empresas y las firmas de logística tomaron medidas preventivas para mitigar el impacto con la temporada de compras navideñas a punto de comenzar.
Pero un paro laboral aún podría costarle a la economía estadounidense entre varios cientos de millones de dólares y $4,500 millones al día, dicen los analistas y los grupos empresariales. Los costos de redirigir las mercancías por rutas más largas se trasladarían a los consumidores.