De madrugada, dos hombres se llevaron la máquina de un aire acondicionado de una misión religiosa católica del sur de la Florida.
"Cuando nos levantamos por la mañana ya el aire no estaba y nos dimos cuenta de que lo habían arrancado de forma violenta", dijo el sacerdote Rafael Cos, de la misión católica Santa Ana.
Noticias de Florida 24/7 en Telemundo 51.
>El pasado 4 de septiembre a eso de las 4 de la mañana, portando lo que parecen ser cajas de herramientas, dos sujetos enmascarados llegaron a los terrenos de la Misión Santa Ana, en el 13875 de la calle 264 del suroeste del condado Miami-Dade.
Uno de ellos incluso regresó con una plataforma de madera y comenzaron a desmontar el aparato.
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>Pasaron varios minutos palanqueando la maquinaria para desprenderla de la plataforma de cemento, cortaron las tuberías y los tomó por sorpresa el escape del gas refrigerante, que puede ser contaminante para el ambiente.
Luego los hombre se alejaron, para luego regresar y mover el pesado compresor, cargándolo y rodándolo.
El equipo estaba instalado en una sección especial de la Misión católica de Santa Ana.
Local
"El banco de comida y ropa de donde se distribuyen estos artículos a gente necesitada, personas de bajos ingresos, trabajadores agrícolas aquí en el área, donde hay campos de cultivo", dijo el padre Cos.
Tras arrancar de la base el acondicionador de aire, los ladrones se las ingeniaron para sacar la máquina de la propiedad.
"En el límite de la propiedad, vemos que la cerca está rota. Hicieron una abertura luego de desprender el aire y trasladarlo hasta este lugar, para después montarlo en una camioneta blanca que tenía un tráiler", indicó el sacerdote.
El incidente ha traído pesar a las quienes reciben los servicios de la Misión Santa Ana.
"Los que se han enterado están muy afligidos porque este es un lugar de servicios para personas necesitadas, para las personas menos afortunadas de la comunidad. Este es un lugar hecho con sacrificio, con mucho tiempo, con ahorro, tanto de miembros de la comunidad que son personas que muy bajos recursos, como de otras personas generosas de la comunidad de Miami que han aportado para hacer esta construcción posible", dijo el padre Cos.