Cuba

Revelan viaje de Manafort a Cuba a reunirse con “un hijo de Castro”

Lo más cercano que se sabe de la fecha del viaje de Manafort a La Habana, es una frase del informe de Muller, que dice que regresó el 8 de enero de 2017.

Apenas unos días antes de la toma de posesión de Donald Trump como el 45° presidente de los Estados Unidos, Paul Manafort, quien había sido despedido como jefe de campaña de Trump en agosto de 2016, intentó contactar con un correo electrónico a Kathleen T. McFarland, quien luego se desempeñaría como asesora adjunta de seguridad nacional para la administración Trump, supuestamente para hablar sobre Cuba, que había sido uno de los países que había visitado en una gira en diciembre que, además, incluía a China, Japón, Surcorea, España, Islas Caimán, Dubai, México y Panamá.

Pero el viaje de Manafort a La Habana no es nada nuevo. Desde hace mucho se sabía que Manafort había viajado a La Habana, de acuerdo a documentos dados a conocer el 31 de octubre de 2017 por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, y por reportes de prensa en noviembre de 2017 y en abril de 2019.

El Informe del Comité de Inteligencia del Senado hace una breve mención a la visita de Manafort, diciendo textualmente que “No está claro lo que Manafort esperaba hablar con McFarland, pero afirmó a la OCS que involucraba asuntos relacionados con Cuba, no Rusia o Ucrania". Y coloca a continuación de la frase el número 621, indicativo de una explicación que dan los redactores del informe a pie de página, que dice: “Manafort se comprometió con Brad Zackson, quien había concertado un encuentro entre Manafort y "el hijo de Castro" en La Habana, Cuba. FBI, FD-302, Manafort 11 de septiembre de 2018; ver también que (Fuente censurada) muestra a Manafort y Zackson en la misma reserva de vuelo a La Habana”.

La fuente que, según el informe, revela que Manafort y Brad Zackson, un excorredor del padre del presidente Trump, estaban en el mismo vuelo, fue censurada.

Lo más cercano que se sabe de la fecha del viaje de Manafort a La Habana, es una frase del informe de Muller, que da a conocer que el 8 de enero de 2017, tras varias horas de regresar a Estados Unidos, procedente de Cuba, Manafort viajó a Madrid.

El informe no dice que la reunión entre Manafort y "un hijo de de los Castro", que tampoco se sabe de quién se trataba, hubiera tenido lugar, sólo que fue organizada. Tampoco dice cuáles fueron las intenciones de Manafort al viajar a Cuba, un país con el que en ese momento se habían restablecido las relaciones diplomáticas, y con el que se estaban estableciendo lazos comerciales. De hecho, muchos empresarios, algunos de ellos cubanoamericanos, viajaron a la isla.

Antes de responder al correo electrónico de Manafort, el informe dice que McFarland le preguntó a Michael Flynn, si debería aceptar la reunión con Manafor o no, y que Flynn recomendó no reunirse con Manafort hasta que los dos estuvieran "en los asientos calientes", lo que el informe presume que era una referencia a que asumieron roles oficiales en el gobierno de Estados Unidos.

Manafort fue condenado el 21 de agosto de 2018 por ocho delitos graves relacionados con fraude fiscal y bancario y no presentar un informe de cuentas bancarias y financieras extranjeras.

Manafort se declaró culpable de más cargos en Washington, D.C., el 14 de septiembre de 2018.

En marzo de 2019, Manafort fue sentenciado a siete años y medio de prisión en total por dos jueces diferentes, antes de ser acusado con cargos estatales en Nueva York, por supuestamente mentir en solicitudes de hipotecas.

En respuesta a la divulgación del informe, la campaña de Joe Biden vinculó el viaje de Manaford a Donald Trump, diciendo:

"Esta noticia es inquietante, pero no sorprendente. A Donald Trump y sus compinches les encanta hablar duro cuando se trata de Cuba y otras dictaduras, mientras continúan involucrados en la corrupción, la hipocresía y, sobre todo, la voluntad de anteponer el beneficio personal a los intereses nacionales Estados Unidos. El hecho de que Paul Manafort, su presidente de campaña visitara Cuba en 2017, subraya que cuando se trata de Cuba, Trump y su círculo íntimo tienen que ponerse ellos mismos primero. No se deje engañar, la Administración Trump no se preocupa por responsabilizar a los regímenes cubano o venezolano, y no están tratando de mejorar las cosas para los cubanos o venezolanos, sólo quieren aprovechar la situación para beneficio personal y político ".

Sin embargo, los viajes a La Habana a hablar con los hijos de los Castro comenzaron, según reportes de prensa, en 2015, cuando el entonces director de la Agencia Central de Inteligencia, John O. Brennan, cenó con el hijo de Raúl Castro, Alejandro Castro Espín, mientras negociaban, de espaldas al Congreso, y contrario a lo que había dicho la administración Obama, el establecimiento de relaciones diplomáticas con la dictadura cubana.

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