Los residentes de un vecindario en el noreste de Miami-Dade denunciaron el domingo que sus casas siguen afectadas por las inundaciones que dejaron las intensas lluvias a inicios de la semana.
Cuatro días después, todavía hay zonas pantanosas, el agua permanece estancada y el mal olor es tan intenso como la frustración de los vecinos.
"Y aquí no viene ningún comisionado, ningún político. Yo no sé dónde se meten esos hombres", dijo Rolando, quien reside desde hace 22 años en el área.
A dos cuadras de su casa, en la intersección de la calle 116 y la avenida 14 del noreste, hay una bomba de extracción de agua pero, según Rolando, siempre que llueve con intensidad estas imágenes se repiten.
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No muy lejos de allí, en la calle 149 y la octava avenida del noreste, también hay vecinos molestos.
"Esta área no está conectada al sistema del condado, entonces esto no tiene a dónde irse, no hay a dónde drenarse", afirmó Diana, vecina de la zona afectada, quien afirmó que desde el jueves ha llamado varias veces a las autoridades, pero la ayuda nunca llegó.
"Deben mandar camiones para que vengan a recolectar esa agua. Y menos mal que no ha llovido, si no, el agua estuviera dentro de las casas", afirmó.