Dos inundaciones en una semana, es el calvario que les ha tocado vivir a los residentes de Palm Avenue y la 28 calle del West en Hialeah que lanzaron un pedido de ayuda a las autoridades locales.
Jenia Bermúdez, residente de Hialeah dice que ha llamado a las autoridades "y nos dijeron que no era un desastre, que eran sólo lluvias, pero esto tiene un nombre y se llama huracán”.
Las pérdidas materiales son cuantiosas, hay familias que en 7 días han comprado dos veces electrodomésticos y sillones, pero las inundaciones lo echaron a perder todo.
Yamileth López dice que en su casa “las paredes están dañadas, los rodapiés, y lo que son los muebles y los refrigeradores también”.
Por si fuera poco, el alcantarillado sanitario se encuentra obstruido por el agua y los residentes no pueden utilizar los servicios higiénicos.
“Dos días sin salir con el carro y hay una persona que no puede hacer terapia porque no puede salir”, dice Enrique Alvares, otro residente afectado en Hialeah
Las inundaciones han causado tanto trauma psicológico en las familias afectadas, que muchos a pesar de tener más de 15 años de vivir en la zona, tomaron la decisión de buscar otro lugar dónde rentar.
Local
Dayasi Mata, residente de Hialeah asegura estar con “incertidumbre de vivir en esta zona, principalmente porque no se puede dejar de trabajar y muchos carros se han estragado".
Las familias afectadas esperan que la ciudad de Hialeah ponga a funcionar bombas extractoras de agua porque temen que al pasar el tiempo proliferen las enfermedades y los mosquitos.