MIAMI, Florida - Vecinos de Calusa, una comunidad en Kendall, celebran una victoria legal: lograron que se detuviera la construcción de cientos de viviendas en un antiguo campo de golf, que la desarrolladora GL Homes le compró a la familia Bacardí por $32 millones.
“Estamos muy contentos. Es una sensación muy diferente a la que experimentamos en el 2021, cuando el comisión de Miami Dade decidió respaldar este proyecto”, comentó Daniel Argüelles, residente de la comunidad.
Después de ese primer revés, los vecinos comenzaron un largo camino legal hasta que la Corte Suprema de la Florida tomó una decisión. “Los desarrolladores no escucharon las opiniones de los residentes de la comunidad y eso viola la ley”, nos dijo el abogado David Winker. “Tendrán que presentar su proyecto desde el inicio”.
Durante todos estos años, los residentes han dicho que la construcción de más de 550 viviendas provocaría un colapso en el tráfico de la zona. “No quieren invertir en infraestructura”, sostuvo Argüelles. A eso, se suma otra preocupación: “Cuando el campo de golf cerró en el 2011, cientos de aves comenzaron a llegar hasta aquí para anidar, muchas de ellas, protegidas y en peligro de extinción”.
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En un comunicado, GL Homes dijo que respeta la decisión de la Corte Suprema de la Florida, “pero estamos decepcionados de que eso retrase la entrega de viviendas, muy necesarias en el condado. Esperamos regresar a la Comisión del Condado con un plan revisado y estamos seguros de que nuestra propuesta para transformar ese sitio baldío en una comunidad de viviendas unifamiliares, será bien recibido por los comisionados una vez más”.