Cuba

Régimen cubano advierte que se avecinan nuevos apagones

El ministro de Energía y Minas de Cuba reconoció públicamente que la situación seguirá siendo crítica debido a la escasez de combustible.

Telemundo

Cinco días después del colapso total del sistema eléctrico en Cuba, el país intenta reactivar su red energética en medio de una infraestructura decadente , que data de la era soviética, y de problemas de abastecimiento de combustible.

Y aunque este martes lograron sincronizar el Sistema Eléctrico Nacional, el ministro de Energía y Minas de Cuba, Vicente de la O Levy, reconoció públicamente que la situación seguirá siendo crítica debido a la escasez de combustible.

“Se pronostica que vamos a seguir con afectaciones eléctricas porque vamos a seguir con la falta de combustible”, admitió durante una conferencia de prensa.

El régimen cubano ha atribuido repetidamente la crisis energética a lo que llama el "bloqueo brutal" impuesto por Estados Unidos.

De la O Levy argumentó que las sanciones estadounidenses impiden a Cuba acceder a los mercados internacionales para comprar combustible. Estas sanciones, impuestas tras la expropiación de empresas petroleras estadounidenses en la isla en 1960, prohíben que cualquier embarcación que toque puertos cubanos realice operaciones comerciales en Estados Unidos durante 180 días, lo que dificulta enormemente el suministro de recursos energéticos en la isla.

No obstante, algunos expertos señalan que el problema va más allá de las sanciones y destacan la ineficacia del gobierno cubano para gestionar sus recursos.

Eduardo del Valle, consultor en energía, explicó que Cuba ha recurrido a barcos de terceros países, que apagan sus sistemas de identificación para eludir las sanciones y poder llegar a la isla. Sin embargo, el país necesita alrededor de 150 mil barriles de petróleo diarios, una cifra inalcanzable para la economía cubana. “Esos 150 mil barriles al día son miles de millones de dólares que Cuba no tiene”, afirmó Del Valle.

El tráfico de petróleo hacia Cuba a menudo ocurre de manera clandestina. Un informe de junio de 2024 de la agencia Reuters expuso imágenes satelitales que mostraban dos tanqueros transfiriendo combustible en la Bahía de Nipe, al noreste de la isla. Estos cargamentos son una especie de salvavidas para el gobierno cubano, que enfrenta un déficit energético que se agudiza día a día. Sin embargo, las soluciones que el régimen ha implementado hasta ahora no son suficientes para satisfacer las necesidades de la población.

Eduardo del Valle también señaló que Cuba requiere, como mínimo, entre 120 y 130 cargamentos de petróleo al año, lo que equivale a más de 3,600 millones de dólares, un monto inalcanzable para una economía tan debilitada como la cubana.

Mientras el gobierno cubano sigue culpando al embargo estadounidense, poco se ha dicho sobre los 2,300 millones de dólares que Rusia prestó a Cuba para modernizar su infraestructura energética. Pese a esta ayuda, las mejoras no se han materializado y la infraestructura sigue colapsando.

Tampoco hay detalles claros sobre cómo el régimen planea afrontar su creciente deuda con China y el Club de París, lo que pone en duda la capacidad del país para mantener una estabilidad económica mínima.

A pesar de las constantes críticas al embargo, las preguntas sobre la gestión de estos préstamos y la falta de avances concretos en la modernización de la red energética cubana permanecen sin respuesta. Para muchos, esto evidencia un problema más profundo de mala administración y falta de transparencia.

En medio de la crisis, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha insistido en culpar a Estados Unidos de la situación energética, destacando la "persecución financiera y energética" de su gobierno. Sin embargo, la narrativa oficial del castrismo ha evitado abordar los problemas de fondo, como la corrupción, la ineficiencia en la administración de los recursos y la falta de inversión real en la infraestructura del país.

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