La atención médica en Cuba vuelve a estar en el centro del debate tras la polémica generada por el caso de Damir, un niño de 10 años que llegó en estado crítico a Estados Unidos el pasado 12 de marzo. Su situación ha desatado una ola de comentarios y cuestionamientos sobre la calidad de los servicios de salud en la isla, enfrentando las versiones oficiales del régimen cubano con las denuncias de la madre del menor y activistas en el exterior.
Durante una comparecencia en vivo de 45 minutos transmitida por la radio y la televisión cubanas, el gobierno intentó desmentir las críticas y reafirmar que el menor recibió toda la atención médica disponible en la isla.
Noticias de Florida 24/7 en Telemundo 51.

"¿Tenían todos los medicamentos?" preguntó el entrevistador en la transmisión oficial. "Todos los medicamentos", respondieron los especialistas en un intento de defender la gestión del caso.
No obstante, la doctora Araíz Consuegra, directora del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, reconoció que se perdieron oportunidades en el proceso, aunque responsabilizó a la madre del niño por supuestamente rechazar ciertos procedimientos médicos.
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"Cuando la madre de un paciente se niega a un proceder que conduce a un diagnóstico, y ese diagnóstico a un tratamiento, se están perdiendo oportunidades de vida", afirmó la doctora.
Desde el otro lado de la historia, Eliannis Ramírez, madre de Damir, ha sido categórica: su hijo fue desahuciado en Cuba. Según ella, el sistema de salud cubano falló en el diagnóstico y el tratamiento, lo que puso en grave peligro la vida del menor.
El caso no pasó desapercibido en redes sociales, donde numerosos usuarios denunciaron deficiencias en la atención médica y cuestionaron la versión oficial del régimen. Ante la creciente presión, el niño recibió una visa humanitaria para viajar a Miami, donde fue ingresado en un hospital del sur de Florida.
Uno de los nombres más mencionados en esta historia es el de Diasniurka Salcedo, activista cubana radicada en Miami, quien lideró los esfuerzos para traer a Damir a Estados Unidos. Salcedo sostiene que, si no hubiera sido por la denuncia pública, el niño no habría recibido la atención necesaria.
"Gracias a las redes sociales, el niño hoy se encuentra bien atendido y siendo tratado aquí en Estados Unidos", aseguró.
Además, arremetió contra las autoridades sanitarias cubanas:
"Ellos se equivocaron con un diagnóstico que desde un inicio sabíamos que era una farsa", afirmó Salcedo.
En contraste, la doctora Araíz Consuegra insistió en que en Cuba aún faltaban estudios por hacer y que existían todas las posibilidades de realizar esos análisis y ofrecer un tratamiento adecuado.
En varias ocasiones, durante la transmisión oficial, los médicos cubanos sugirieron que la madre de Damir estaba más interesada en denunciar la situación en redes sociales que en la recuperación de su hijo.
Sin embargo, la activista Diasniurka Salcedo no tardó en responder a estas acusaciones:
"No solo el diagnóstico estaba mal… el tratamiento que le pusieron no era el correcto para ese diagnóstico", sentenció.
Mientras la discusión sigue abierta, lo cierto es que Damir hoy recibe tratamiento en Miami, lejos de la controversia que ha envuelto su caso en Cuba. La situación ha puesto nuevamente sobre la mesa el debate sobre la calidad del sistema de salud cubano y el papel de las redes sociales en la denuncia de deficiencias médicas en la isla.