TALLAHASSEE — Los atardeceres en Florida podrían ser más espectaculares en los próximos días debido a las nubes de polvo del desierto del Sahara que entrarán por la costa del Atlántico.
Se pronostica que la nube de polvo disminuirá la actividad de tormentas, pero empeorará la contaminación del aire, causando problemas para algunas personas con alergias y otros padecimientos respiratorios. Algunos expertos en salud indican que los síntomas podrían ser similares a los del COVID-19.
Noticias de Florida 24/7 en Telemundo 51.
>La NASA monitorea el polvo, que salió de África por los fuertes vientos que se arremolinaron en los desiertos de Mali y Mauritania. La nube atraviesa el océano en vientos alisios, y se pronostica que la parte delantera llegará a Florida en los próximos días.
“Será una gran ráfaga de polvo”, dijo al South Florida Sun-Sentinel Joseph Prospero, profesor emérito en la Escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas Rosenstiel de la Universidad de Miami. Prospero fue pionero en la investigación de nubes de polvo africanas.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
>Los vientos secos que cargan las partículas podrían mermar los sistemas de tormentas al secar el aire húmedo y tropical que alimenta el clima turbulento en una ruta bastante recorrida por huracanes, dicen los expertos.
“Durante los últimos días se ha movido a través del Atlántico, y se pronostica que esté en la zona alrededor del viernes o sábado”, dijo al periódico Sammy Hadi, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología de Miami.
Desde hace mucho tiempo, científicos y expertos de salud han monitoreado las nubes para analizar su impacto en el clima y los océanos. No está claro qué tanto afectará a la salud humana la próxima nube de polvo.
Local
La televisora WOFL reportó que a mediados del año pasado los vientos cargaron casi 24 toneladas (22 toneladas métricas) del polvo del desierto del Sahara por el Atlántico hacia Norte y Sudamérica. La tormenta de polvo del 2020 fue tan grande que la apodaron Godzilla, y los astronautas podían verla desde la Estación Espacial Internacional.