Las autoridades arrestaron a una pareja después de lo que llamaron un caso "horrible" de abuso que involucró a tres adolescentes encontrados dentro de su casa pasando hambre y encerrados durante meses.
Los agentes de la Oficina del Sheriff del condado St. Lucie arrestaron a Oscar Torres, de 40 años, y a su esposa de 32, Brittany Kirschenhofer, tras una investigación a su casa de Port St. Lucie que comenzó a raíz de una denuncia anónima a principios de febrero.
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Las adolescentes, de 16 y de 17 años, fueron encerradas en sus habitaciones durante horas y alimentados esporádicamente durante el día. “Una de las tres tenía que de forma secreta buscar restos de alimento y comerlos en secreto”, dijeron las autoridades.
“Al principio de la investigación no hubo nada que llevara a nuestros detectives o al departamento de niños y familias a tomar acciones de emergencia y remover a los niños de ahí” , explicaron los oficiales, pero en otra visita a las dos semanas, una de las gemelas tuvo que ser llevada al hospital.
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“La víctima pesaba alrededor de 50 libras y la encontramos alucinando con pérdida de comunicación verbal control muscular y otras funciones corporales”.
"Las tres víctimas adolescentes pesaron muy por debajo del estándar aceptado para sus edades", dijo el subjefe de la policía de St. Lucie, Brian Hester en una conferencia de prensa.
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Los adolescentes abusados son hijos de Torres y tres de los cinco niños que vivían dentro de la casa. Los detectives dijeron que fueron tratados "muy, muy diferente" a los otros dos niños, pero no entraron en detalles sobre por qué ese fue el caso.
"Las declaraciones hechas por una de las víctimas indicaron que al menos una de las tres víctimas sufrió algún abuso físico", dijo Hester.
Los investigadores dijeron que uno de los adolescentes pesaba solo 50 libras y había perdido el control muscular y otras funciones corporales. Las autoridades dijeron que los adolescentes asistían a una escuela virtual y no habían salido de la casa desde diciembre.
Torres y Kirschenhofer, quienes están detenidos sin derecho a fianza por tres cargos de abuso infantil, dijeron a los agentes que las cerraduras de las puertas de los adolescentes se cerraron para mantener a sus perros contenidos y que todos los niños podían moverse libremente en la casa.
Los niños fueron sacados de la casa el 22 de febrero y ahora están bajo la custodia de su madre biológica, quien dijo no tener conocimiento del abuso. Los otros dos niños, de 9 y 6 años, hijos biológicos de Kirschenhofer, viven con otros parientes.
