El asesinato de Katherine Altagracia Guerrero De Aguasvivas, ocurrido el pasado 11 de abril en el centro de Florida, ha tomado un giro inesperado al revelarse que su esposo, Miguel Ángel Aguasvivas Lizardo, enfrenta cargos federales por lavado de dinero relacionado con una red de narcotráfico.
El día del asesinato, Katherine, de 31 años, fue secuestrada a plena luz del día en un incidente que quedó grabado por un testigo que alertó a las autoridades. Según las investigaciones, fue obligada a conducir hasta un área en construcción en el condado de Osceola, donde se encontró su vehículo en llamas y un cuerpo dentro que más tarde fue identificado como el suyo.
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>Inicialmente, Miguel Ángel declaró que Katherine había viajado al condado de Seminole para visitar a familiares. Sin embargo, esta afirmación fue desmentida cuando los supuestos familiares informaron que no esperaban su visita.
La investigación policial ha revelado que, el día de su muerte, Katherine supuestamente iba a recoger entre $160,000 y $170,000 en efectivo relacionados con una organización de tráfico de drogas. Sin embargo, la entrega nunca se realizó.
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>El vínculo de Miguel Ángel con actividades ilícitas no es nuevo. Según documentos judiciales, el FBI y la DEA lo habían investigado previamente por su participación como mensajero de dinero para esta red delictiva. Entre 2021 y 2024, fue rastreado mientras transportaba cientos de miles de dólares en efectivo en múltiples ocasiones.
El día del asesinato, las autoridades sospechan que Katherine fue enviada a realizar una transacción relacionada con el lavado de dinero, convirtiéndose en víctima de un asalto mortal.
El caso se complica aún más con la implicación de co-conspiradores como Jordanis Torres García, Giovany Crespo y Kevin Ocasio Justiniano, quienes ya enfrentan cargos por su participación en el crimen.
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Además, en mayo de 2024, uno de los co-conspiradores se reunió con un agente encubierto de la DEA para negociar la compra de 15 kilos de cocaína. Durante la reunión, el sospechoso afirmó que su padre era un conocido narcotraficante en la República Dominicana y señaló que Miguel Ángel colaboraba activamente con la organización.
Posteriormente, en junio de 2024, otro arresto relacionado con la misma red resultó en la incautación de 10 kilos de cocaína y $190,000 en efectivo durante una parada de tráfico.
Miguel Ángel Aguasvivas Lizardo enfrenta ahora cargos graves por conspiración para lavar dinero y su vínculo con el narcotráfico.