James Edward Daniels, de 59 años, y Frederick Eugene Rudolph, de 69, fueron declarados culpables de conspiración para cometer secuestro que resultó en la muerte de dos hombres de origen hispano. Este impactante crimen, que data del 5 de diciembre de 2020, involucró tortura y asesinato, dejando a una tercera víctima con vida para contar una escalofriante historia.
Osmar Oliva, de 50 años, y Johan González Quesada, de 26, fueron secuestrados de un patio de camiones en Opa-Locka junto con otra persona cuya identidad se mantiene reservada por razones legales. Los tres fueron sometidos a brutales torturas: sus ojos fueron cubiertos con cinta adhesiva, se les golpeó y se les despojó de drogas y dinero. Posteriormente, fueron lanzados a la parte trasera de una camioneta alquilada y trasladados a una casa abandonada, donde Oliva y González Quesada fueron asesinados.
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El portavoz del Departamento de Policía de Miami-Dade, Ángel Rodríguez, describió la escena como “horrenda”.
"Estaban atadas, golpeadas y baleadas", afirmó Rodríguez, resaltando la brutalidad del crimen.
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La tercera víctima logró sobrevivir milagrosamente, convirtiéndose en un testigo clave para la resolución del caso. Su testimonio, junto con la colaboración entre el Departamento de Policía de Miami-Dade y la Oficina de la DEA en Homestead, permitió desenmarañar una red de crimen que tenía vínculos con el tráfico de drogas.
Según las investigaciones, Daniels, Rudolph y otros cómplices actuaron motivados por beneficios económicos y la promesa de recibir drogas como pago. El crimen no fue un acto impulsivo, sino una operación cuidadosamente planeada que culminó en horas de tortura y asesinato.
"Este caso es un gran misterio", comentó una fuente cercana a la investigación, refiriéndose a las preguntas aún sin respuesta sobre la profundidad de las conexiones de los acusados con el tráfico de drogas en la región.
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Daniels y Rudolph enfrentan cargos que podrían llevarlos a cadena perpetua, además de multas penales de hasta $250,000 por cada cargo. Su sentencia está programada para el 10 de mayo de 2025, donde se espera que el juez determine su destino legal.
Un tercer acusado, Herbert Barr, de 56 años, ya se había declarado culpable de secuestro el 26 de noviembre y está a la espera de su sentencia.
