Casi 30 años después del asesinato de una pareja en el sur de Florida que fue tan espantoso y extraño que luego inspiró una película de Hollywood, dos de los hombres acusados en el caso volvieron a un tribunal de Miami-Dade.
Daniel Lugo y Noel Doorbal fueron sentenciados a muerte a fines de los años 90 por los asesinatos de la pareja de Golden Beach, Kriztina Furton y Frank Griga, a quienes se les inyectaron tranquilizantes para caballos, se los asesinó, se los desmembró y se los metió en barriles en un incidente ocurrido en 1995.
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La pareja formaba parte de la pandilla de musculosos inadaptados que se hizo conocida en los años 90 como la Banda del Gimnasio Sun. El nombre proviene del gimnasio del área de Miami Lakes que usaban como base.
En corte, el fiscal recordó cómo los sujetos le colocaron una capucha a una de sus víctimas, mientras ella gritaba por su pareja.
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“Fueron asesinados por el dinero de Frank y sus joyas”, se escuchó en la audiencia. Sus cuerpos fueron desmembrados y metidos en barriles, otras partes del cuerpo aparecieron en cubos en distintas zonas del condado Broward.
"Sin la cabeza, las manos y los pies Kristina estaba en un barril de petróleo", trascendió en corte.
Marcelo Schiller, quien también fue secuestrado pero sobrevivió, le dijo al jurado que lo golpearon porque los asesinos querían su dinero. “Me estaban pegando, usaron un teaser en mis piernas y mis manos, dolió mucho”.
Los asesinatos, junto con el secuestro, la tortura y el intento de asesinato de otro hombre, inspiraron la película de 2013 "Pain & Gain", dirigida por Michael Bay y protagonizada por Mark Wahlberg y Dwayne "The Rock" Johnson.
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Lugo, el supuesto cabecilla, fue interpretado por Wahlberg, mientras que Doorbal fue interpretado por Anthony Mackie. El personaje de Johnson se basó en varios miembros de la pandilla Sun Gym.
Aunque Lugo y Doorbal fueron condenados a muerte, sus sentencias fueron anuladas y ahora los jurados deben decidir si recibirán cadena perpetua o la pena de muerte nuevamente.
Las declaraciones de apertura de la nueva sentencia comenzaron este lunes y el juicio para la determinación de la pena será complejo. A diferencia de otros casos que involucran a coacusados, tanto Lugo como Doorbal tienen su propio jurado para juzgarlos, por lo que hay dos jurados en la sala del tribunal.
Los abogados defensores están pidiendo Clemencia y esperan que la sentencia sea cadena perpetua, pero no la pena de muerte. “Hay que pensar en todos los días de su vida, no solo en el peor”.
Al final del juicio, el jurado recomendará una sentencia pero será el juez quien tenga la última palabra.