El domingo pasado en el hotel Sands en Singer Island de Riviera Beach, una madre salió de la habitación en donde se encontraba su hijo de 5 años, a quien dejó siendo supervisado por un amigo, pero en cuestiones de segundos todo se tornó trágico y el menor terminó muerto en el hospital.
Heather Opsinc, de 37 años, se presentó esta mañana ante un juez de fianza, acusado de homicidio involuntario por negligencia con agravantes hacia un niño.
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Según las autoridades, el niño de 5 años ingirió metanfetaminas mientras la madre había salido de la habitación.
El informe indica que el niño tomó de una botella de jugo de manzana e inmediatamente comenzó a tener convulsiones y a no poder respirar. Llamaron al 911 y el niño fue llevado de emergencia a St Mary’s Medical Center donde falleció al poco tiempo.
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Al comenzar la investigación las autoridades encontraron en la habitación pipas de vidrio con residuos de metanfetaminas, algo que alarmó a los investigadores pues el niño había tomado jugo que contenía metanfetaminas.
La madre admitió haber estado fuera de la habitación mientras su hijo estaba bajo el cuidado de un amigo y a pesar de saber que su hijo estaba bajo el espectro autista y requería de cuidados especiales ella dejó al menor en una situación vulnerable.
Ospincs negó haber consumido la droga pero pruebas rápidas confirmaron la presencia de metanfetaminas en su cuerpo. El acusado permanecerá en la cárcel del condado ya que la jueza le ha negado la fianza.
