Más de 100 cubanos migrantes, que se dirigen a Estados Unidos, se quedaron varados en Colombia y, desde allí lanzaron un S.O.S, porque también están enfermos, tirados en la calle y sin alimentos para poder seguir su recorrido por Panamá y Centroamérica, luego de que el gobierno de este país cerrara las fronteras para evitar la propagación de coronavirus.
Suraima Bosque, una cubana migrante varada en Colombia, dice: “Tengo los niños enfermos con vómito, con fiebre, y un niño que me ha convulsionado, hasta con fiebre, no se han preocupado por eso”.
Ya llevan semanas durmiendo a la intemperie en las playas del municipio de Necoclí, ubicado en el golfo de Urabá y frontera con Capurganá, último municipio de Colombia fronterizo con Panamá.
Jany Pérez, cubano varado en Colombia, dice: “Tenemos miedo de pasar en las lanchas ilegales, porque cuando llegan te tiran al agua y no queremos pasar ese momento”.
Ninguno quiere arriesgar su vida y todos están varados por el cierre de fronteras en Colombia por la pandemia del coronavirus.
Jorge Tobón, alcalde de Necoclí, dice: “Yo espero que nos ayuden, muchos de estos migrantes hoy ya están aguantando hambre. Los niños también están enfermos. Migración Colombia también nos debe apoyar con el tráfico de estas personas”.
Además, el problema de salubridad pública se desbordó. Sus baños, dormitorios y cocinas están por todos lados a la orilla de la playa del municipio.
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“Ellos están haciendo sus necesidades en las playas, orinando en las playas, por eso hemos decretado una emergencia sanitaria y una emergencia humanitaria”, dice el alcalde.
Estos cubanos varados en Colombia lo único que quieren es que les dejen continuar su camino con un solo propósito: llegar a Estados Unidos.
Hasta el momento ninguna autoridad se ha pronunciado, mientras tanto a Necoclí siguen y siguen llegando migrantes cubanos, lo más preocupante es que este país atraviesa el segundo pico de la pandemia.
