El cumpleaños número tres de Melody Alana Rose, no tuvo un pastel con globos, sino velas y flores con las que fue recordada por las sonrisas que regaló en vida.
Sus familiares se reunieron en la playa y la honraron con una vigilia seis meses después de su pronta partida.
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Su madre, Mona Clarke, habló por primera vez después de la tragedia y entre lágrimas la describió como "la niña más dulce, vibrante y cuidadosa".
La mañana del pasado 28 de mayo, cuando la policía llegó a la vivienda en Pembroke Pines, su pequeña de dos años tenía una herida en el cuello y a su lado estaba su padre, Jerónimo Durán, de 33 años de edad, con un cuchillo muy cerca de él.
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La policía informó que la abuela fue quien llamó al 911 tras encontrar a la niña en el suelo.
Los registros públicos mostraron que la madre le había pedido a un juez del condado la custodia total de la niña, alegando que Durán, el padre, tenía problemas mentales, pero en marzo la pareja llegó a un acuerdo.
La pareja estuvo junta desde el 2013 hasta marzo del año pasado. Según los documentos judiciales, Durán era errático, agresivo, violento y peligroso para ella y su hija.
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Algunos miembros de organizaciones sociales dicen que lo ocurrido sirvió para resaltar fallos en los tribunales de familia.
La madre de Melody, asegura que el sistema la abandonó y espera que otras madres sean escuchadas en los tribunales cuando hablen de la violencia que enfrentan al interior de su propio hogar y, sobre todo, cuando hablen del bienestar y la seguridad de sus pequeños.
Jerónimo Durán fue acusado por haber, presuntamente, asesinado a su propia hija y actualmente enfrenta cargos por asesinato en primer grado y abuso infantil agravado desde la cárcel del condado de Broward.
