Hace dos semanas, el 21 de abril, Helen García, una madre de origen cubano, residente en Houston, nos contaba su desesperación por tener a su hija de 10 años varada en Guyana, con una visa de inmigrante para EE UU, y sin poder viajar debido a las cancelaciones de vuelos, por el coronavirus.
“La opción es que se vaya para Cuba y de allá la traigo directo a Houston. Ahora con todo esto del coronavirus no me puedo ir para Miami porque tengo un bebe de 4 meses”, decía.
En medio de las restricciones de vuelos por la pandemia y en plena vigencia la orden ejecutiva de Trump de suspender por 60 días toda inmigración a Estados Unidos, la pequeña Yelen García, llegó esta noche a Miami.
“Tenía muchísimo miedo, por eso tomo la decisión de venir hasta aquí, hasta Miami”, asegura.
Y es que la visa de inmigrante tiene un tiempo de validez de 3 o 6 meses y si no entran en ese periodo de tiempo, se pierde y habría pedir una extensión de la visa.
Su madre, con temor a que la visa de inmigrante pudiera expirar, decidió viajar también por avión de Houston a la ciudad del sol y encontrarse con su hija, a quien dejo en Cuba y había hecho una reclamación familiar.