Vecinos y familiares de la víctima dicen que todo podría haberse tratado de un ataque de celos. Mientras, la policía refiere que anteriormente el acusado había tenido una discusión con la mujer por un hijo de 2 años que tenían en común y que ahora junto a dos hermanos más se han quedado sin su madre.
La pequeña Brithany Munguia, hija de la víctima, cuenta: “Me quedé en negro cuando yo vi a mi mamá en el piso. El vino, le puso velocidad al carro y fue contra mi mamá”.
Una tragedia familiar sucedida en un conjunto de apartamentos en Pompano Beach donde este sábado por la noche todo quedó captado en video de celular.
Según las autoridades, Edwin Amaya atropelló y mató con su camioneta a Brenda Hernández, al tiempo que dejó herido a otro hombre identificado como Omar Munguia-Henrique.
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“El no quiso matar a mi mamá. Él quiso matar al amigo de mi mamá porque ellos andaban saliendo, conociéndose. El era una buen persona pero él quiso ir por ese hombre y fue cuando mató a mi mamá", relata Brithany Munguia, la hija de 10 años de la víctima.
La investigación preliminar reveló que hubo una disputa verbal entre la víctima y Amaya, por el hijo pequeño que compartían.
En algún momento durante la discusión, Amaya caminó hacia su Ford F-250, hizo marcha atrás con el vehículo y luego lo puso en marcha intencionalmente golpeando a la mujer con la parte delantera de su camioneta.
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Amaya luego se estrelló contra autos estacionados mientras el otro hombre intentaba aferrarse al vehículo. Posteriormente, se cayó al suelo y Amaya huyó de la escena a pie.
“Mi mamá no era una mala persona. Mi mamá fue una buena persona”, revela Brithany Munguia, la hija de la víctima.
Las dos víctimas fueron transportadas al hospital Broward Health North, donde la mujer fue declarada muerta a causa de sus heridas. El hombre que la acompañaba recibió tratamiento por lesiones que no ponían en peligro su vida.
Poco tiempo después, los agentes localizaron a Amaya en la cuadra 700 de la South Dixie Highway y lo arrestaron.
Ahora tres hijos, incluyendo a Brithany se han quedado sin su madre y hoy intentan procesar esta difícil pérdida.
“Esta familia está todavía en shock y pensamos que es una broma pero no lo es ... estamos en negro, llorando, en luto, mi mamá no fue una mala persona”, reitera la hija de 10 años de la víctima.
La familia está tratando de enviar sus restos a Honduras para el funeral mientras este trágico incidente continúa bajo investigación.
Por su parte, el acusado permanece en la cárcel principal del condado de Broward y enfrenta un cargo de asesinato premeditado.
