Un infierno de llamas sigue consumiendo la vegetación en el sur de Florida. Oficialmente denominado el incendio 344, el fuego comenzó el martes y, en pocos días, se expandió hasta alcanzar una superficie de 26,719 acres.
Equipos del Departamento de Bomberos de Miami-Dade y el Servicio Forestal de Florida trabajan incansablemente para controlar el avance del fuego. Sin embargo, la dificultad de acceso a ciertas áreas representa un gran desafío para las labores de contención.
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El jefe de bomberos de Miami-Dade, Andy Álvarez, explicó la estrategia actual: “Ahora, básicamente, lo que estamos haciendo es apagando los fuegos pequeños antes de que lleguen a la vegetación que todavía no se ha quemado”.
Desde el inicio del incendio, las carreteras han sufrido cierres intermitentes, afectando a cientos de conductores. Aunque desde ayer se reabrieron Card Sound Road y la US-1, el impacto del fuego sigue generando retrasos y frustración entre quienes necesitan transitar por la zona.
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Yanos Delgado, quien trabaja en “The Pool Spa”, expresó su molestia: “Hemos estado viniendo durante los últimos tres días y siempre que llegamos aquí está cerrado y nos viran hacia atrás”. Su compañero, Alfredo Díaz, también mostró su frustración: “Nos ha afectado. Esta es la tercera vez que venimos para los Cayos y tenemos que regresar”.
El incendio no solo ha afectado la movilidad, sino también el comercio local. Con el Spring Break y la NASCAR atrayendo a miles de visitantes a la región, el fuego ha causado un impacto económico significativo.
En los Cayos de Florida, la situación ha sido especialmente difícil para los negocios, ya que muchos empleados no han podido llegar a sus lugares de trabajo. Manuela Mobley, representante de la Cámara de Comercio de Key Largo, señaló: “No creo que hayamos atravesado una situación como esta en mucho tiempo”.
A pesar de que el incendio parece estar más contenido, las autoridades insisten en que la amenaza persiste. Andy Álvarez advirtió: “Si no tiene que estar en el área, trate de evitarla. Tenemos muchos bomberos tratando de apagar el fuego”.
Mientras los esfuerzos de contención continúan, residentes y negocios esperan que la situación se estabilice lo antes posible para recuperar la normalidad.
