Jose Miguel González, alias "El Chupa", tuvo su primera aparición en un tribunal federal el viernes. Lo acusan de secuestrar, torturar y extorsionar a migrantes cubanos que buscaban llegar a Estados Unidos.
Se trata de una organización criminal con presunta sede en el sur de la Florida y que opera en Cuba y también en México.
Los documentos de la corte incluyen el testimonio de una víctima, quien habría pagado $3,000 dólares para llegar en una embarcación a Yucatán, México, y de ahí fue transportado por tierra a Estados Unidos.
Según el testimonio de la víctima en este caso, cuando la embarcación con 17 cubanos llegó a México, fueron recibidos en la playa por hombres armados con machetes. Los cubrieron con capuchas y fueron llevados a una residencia apartada, a la que llamaban "la finca".
Para obligar a las familias a pagar la tarifa de rescate en torno a unos $10,000 dólares, de acuerdo con el testimonio. Los miembros de la organización les enviaban amenazas, fotografías y videos de los cubanos mientras recibían descargas eléctricas o eran golpeados.
Según la investigación federal, el hombre encausado tenía como cómplices a su madre y a su pareja, que eran las encargadas de cobrar el dinero de las extorsiones a familias de migrantes que eran víctimas del tráfico humano.
Presuntamente, los migrantes eran torturados y algunos violados hasta que sus familias pudieran pagar el dinero. Solo bajo esa condición, los secuestradores prometían montarlos en un autobús rumbo a la frontera para que allí, solicitaran asilo político.
Fuentes cercanas a la investigación aseguran que “El chupa” es miembro de “El jabao”, una red de crimen organizado que habría sido responsable del mayor robo de oro en la historia de la Florida. Dos líderes de esa organización fueron encarcelados por contrabando ilegal de peloteros cubanos, entre ellos, Yasiel Puig y Raisel Iglesias. En el caso de “El chupa” no está claro si fue capturado en México o en Estados Unidos.
Willy Allen, abogado de inmigración, dice que se trata de "grupos organizados dentro de Cuba, por la frontera y trabajando con los maleantes. El negocio de sacar gente de Cuba es increíble”.
Allen, quien no está relacionado con este caso, asegura que durante los últimos dos años han aumentado las denuncias de extorsión a migrantes cubanos. “Y están como carne barata y blanco para los delincuentes y las autoridades, porque saben que la mayoría de los cubanos tienen familiares en Estados Unidos”.
“Este reporte para mí es muy importante porque por primera vez se la está dando luz a un problema que ha existido durante los últimos 30 años”, dice Allen.
“En realidad el problema sigue siendo Cuba. Mientras los cubanos no tengan esperanzas van a seguir pagándole a traficantes. Sea “el jabao”, sea el cártel. Le van a estar pagando a alguien para buscar la forma de salir”, dice Allen.
La víctima, aparentemente estuvo retenido dos meses, y luego fue liberado en una ciudad de México sin dinero y sin documentos.
