Exiliados cubanos partieron el viernes en una flotilla de embarcaciones rumbo a aguas internacionales cerca de Cuba, donde manifestaron su solidaridad con el pueblo que ha salido a protestar contra el régimen de la isla.
Con casi una hora de retraso, zarparon los barcos de Key Biscayne en una "flotilla de apoyo a Cuba", que llegaron hasta pocas millas de la isla para hacer saber a los cubanos que protestan contra el Gobierno, que tienen su respaldo.
Alex Dennes fue uno de los que se dio cita en la bahía de Miami y frente al Downtown de la cuidad y a bordo de una embarcación, señaló que luego que los vean "el régimen cubano va a estar más motivado a reducir su acción", declaró a medios locales.
Las embarcaciones repusieron combustible en una marina privada de Key West, donde se totalizaron unos seis botes que tras ser revisados por la Guardia Costera, emprendieron la travesía hasta un punto en aguas internacionales, a 15 millas náuticas de Cuba.
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Pero en medio de los preparativos, una inconformidad. "Lo que necesitamos eran más barcos. ¿Dónde están los hermanos que nos apoyan para que hubiera aquí bastantes barcos?", dijo uno de los participantes.
A los cubanos se unió el influencer venezolano Oscar Alejandro, quien espetó: "El régimen cubano ha dicho, o ha tratado de decir y de mentir, que todas las imágenes difundidas a través de Internet no existen, o fueron creadas, y que son ficticias. Nosotros venimos desde Florida, con todo el ánimo, con muchos fuegos artificiales, para decirles que no, que nosotros aquí fuera del país estamos viendo su lucha, que está valiendo la pena y que queremos impulsarlos para que sigan adelante".
En ese punto los botes apagarán sus motores y quedarán a la deriva, pero deberán corregir su posición cada 15 minutos, según el plan previamente publicado en las redes. Las embarcaciones de la flotilla se mantendrán así hasta la puesta del sol, cuando lanzarán bengalas y fuegos artificiales, además de prender linternas chinas, antes de emprender el regreso a Key West.
Local
Mientras desde La Habana, una advertencia que suena como amenaza y llega en palabras de Bruno Rodríguez, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba: "Advierto al gobierno de los Estados Unidos que actúe con seriedad para evitar incidentes que no convienen a nadie".
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EEUU reiteró la víspera de la salida de la flotilla que para entrar en aguas cubanas se necesita un permiso y quienes infrinjan esa norma se enfrentan a penas de 10 años de prisión, multas de 25.000 dólares al día y el decomiso de la embarcación.
También advirtió de que el castigo para quienes introduzcan ilegalmente a extranjeros en Estados Unidos es de cinco años de cárcel y una multa de hasta 250.000 dólares por día.