Labores de limpieza entran en su cuarto día en el norte de la Florida donde el huracán Helene dejó hogares y negocios destruidos y miles de personas sin servicio eléctrico.
Equipos de trabajadores han adelantado bastante limpiando escombros de las autopistas. No hemos visto muchas calles bloqueadas. Lo otro que ves en casi todas las esquinas en el pueblo de Perry son camiones con trabajadores del servicio eléctrico.
Aún hay largas colas para recibir ayuda en el norte de la Florida, un centro comercial de Perry se ha convertido en un punto de distribución de alimentos.
Wanda Cepeda del ministerio de Amor Incondicional dice: “Nosotros no miramos a nadie, no importa que color, que raza, sucio, limpio. Ellos vienen aquí y si tienen hambre nosotros les damos para comer”.
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A través de la región, trabajadores del servicio eléctrico continúan reparando líneas para restaurar la luz en miles de residencias.
Según el gobernador Ron DeSantis quedan casi 87 mil hogares sin electricidad. Mientras tanto el departamento estatal de manejo de emergencias dice que ha adquirido cientos de trailers para personas cuyos hogares aun necesitan reparaciones extensas.
“Usted no necesita viajar una hora para ir a dormir y después regresar para seguir trabajando en su casa. Ponga un trailer ahí mismo en su propiedad y así puede trabajar y supervisar los arreglos de su hogar”, aconsejó el gobernador de Florida.
Local
Pero para aquellos hogares que fueron pérdida total como el de Amy Cope en Dekle Beach, el regresar a la normalidad se tardara aún más. “Se que vamos a estar bien pero es cuestión de cuanto nos va tardar”.
Aun es demasiado pronto para conocer el saldo completo de la destrucción que causó Helene en esta área, pero lo que si está claro es que los efectos de este huracán se van a sentir por años.
