Esta noche el grito se escuchó más fuerte que nunca: “Let’s go Heat”. Finalmente la cuenta regresiva a las afueras del Kaseya Center, llego al día cero.
Desde afuera los pálpitos estaban a mil por hora. Cientos de seguidores del equipo llegaron antes del anochecer al Downtown de Miami para sentir la adrenalina de cerca.
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Durante toda la semana, la tienda de los Miami Heat, dentro del Kaseya Center, estuvo repleta de fans. En su horario de funcionamiento, entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, fueron varios los que se animaron a llevarse prendas especialmente para las finales de la NBA.
"El tráfico ha sido más alto de lo normal, desde que abrimos tuvimos mucha gente de la comunidad viniendo, sobre todo en sus descansos del almuerzo, corrían aquí a llevar sus cosas", dijo uno de los empleados de la tienda.
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Durante el juego las emociones fueron como una montaña rusa. Los asistentes al Watch Party rápidamente pasaban de la alegría a la frustración. Desde adentro, parecía que los Miami Heat estaban jugando de local. Hasta el personal del Kaseya Center se gozó los 48 minutos de juego y cada punto fue un motivo para celebrar.
Sin importar el resultado los fans de los Miami Heat demostraron una vez más que el rojo es el color que llevan en la sangre.
