Tercer día de búsqueda y rescate entre los escombros del derrumbe del edificio Champlain South, en Surfside, al norte de Miami Beach. Los seres queridos de las 159 personas reportadas desaparecidas ponen sus esperanzas en los cientos de rescatistas.
Rodrigo Selem, argentino y amigo de Fabián Núñez y Andrés Galfrascoli, se aferra a un milagro, pero entendiendo la magnitud de la trageda. “Podemos esperar milagros, pero es eso, esperar milagros solo, lamentablemente”.
Noticias de Florida 24/7 en Telemundo 51.
>Los familiares y sobrevivientes siguen sin respuestas sobre las causas y con la incertidumbre de si podrán ver con vida a alguno de los que hoy son consideradas personas sin ubicar.
Eliannys Leyva, familiar de Oreste Gil, cuenta lo difícil que es manejar la ansiedad. “Es difícil, la incertidumbre. Estamos desesperados porque no dormimos, pensamos que que va a hacer si tenemos esperanza y luego vemos y pensamos: no, no creo qué haya esperanza”.
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>Algunos familiares han dicho que perciben que las labores de rescate avanzan de manera lenta, a lo que las autoridades han respondido que hay muchos factores que considerar. No solo los rescatistas arriesgan sus vidas, sino que un paso apresurado podría ser fatal para cualquier sobreviviente atrapado entre los escombros.
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Además, algunos inconvenientes, como pequeños incendios y las inclemencias del tiempo, han atrasado el trabajo.
Hoy, los familiares mantienen la fe y esperan un milagro, aunque comienzan a prepararse para lo peor. Rodrigo Selem señala que “la policía está pidiendo ADN, ¿por qué? Porque lamentablemente no podés encontrar cuerpos identificables. Están poniendo banderitas rojas (en los sitios donde consideran que pueden haber restos).”
Ahora, seres queridos y miembros de la comunidad se unen y encuentran consuelo en la oración.
EN ORACIÓN
Joshua Catalan, del grupo de oración “Los Legendarios”, cuenta cómo colaboran con las familias afectadas e incluso los rescatistas. “Las personas necesitan nuestro ánimo, necesitan nuestra oración. Necesitan un chocolate, un dulce, sentir nuestra presencia, que estamos con ellos".
La iglesia católica Saint Joseph, a pocos metros del Champlain Towers, se ha convertido en un lugar al que los vecinos van en busca de alivio y consuelo al escuchar al párroco Juan Sosa para intentar comprender y aceptar el siniestro.
Según dijo a Efe Fior Ramírez, la asistente de esta iglesia a la que acude una numerosa comunidad latina, entre ellos algunos familiares de los desaparecidos, al menos 12 personas que suelen acudir a las liturgias tienen su dirección en el edificio derrumbado.
De esa docena han logrado contactar a tres personas que de hecho estaban en el edificio al momento del suceso y que han reportado estar a salvo. De las otras nueve aún no tienen noticias.
"Estamos orando para recibirlos en esta casa nuevamente", dijo la mujer. "Estamos todos desconcertados, es completamente inesperado, no hay palabras para describirlo", agregó.