Al menos dos ciudadanos cubanos permanecen detenidos por cargos de tráfico humano tras la muerte de siete personas durante una cuestionada operación de las Tropas Guardafronteras en Bahía Honda, Cuba.
Los arrestados habrían sido integrantes del grupo de migrantes que buscaba abandonar el país, la madrugada del 29 de octubre, a bordo de una lancha rápida procedente de Miami. La salida fue interrumpida por efectivos guardafronteras cubanos que -según la declaración de sobrevivientes- impactaron tres veces la embarcación de migrantes.
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“No nos han dado ningún tipo de explicación. Simplemente los acusan de haber sido guías”, dice Dianelys Portales Meisozo, prima de uno de los cubanos arrestados. Meisozo sostiene que Yoan Toribio Fleitas permanece detenido desde la fecha del naufrafgio y que “sólo estaba allí porque quería escapar del país”.
Este no sería el único caso. Denuncias en las redes sociales indican que otro joven integrante del grupo también habría sido arrestado por cargos similares. Sus familiares no estuvieron disponibles inmediatamente para ofrecer declaraciones a Telemundo 51.
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Mediante una video llamada, desde Bahía Honda, Portales Meisozo sostuvo que la policía política del regimen cubano ha intensificado su acoso a los sobrevivientes del siniestro y que “aún heridos continúan llamándolos a entrevistas como parte de la investigación.
Durante su primera declaración oficial sobre el asunto, el gobierno cubano caracterizó el hecho de Bahía Honda como una operación de tráfico humano. El operador de la lancha , residente de Miami, perdió la vida durante los sucesos aún no esclarecidos. Nada ha trascendido oficialmentes sobre la implicación de otras personas en la ejecución de la salida illegal.
“Lo que hicieron con nosotros fue un asesinato”, declaró a Telemundo 51 una de las migrantes sobrevivientes. Esa fue la primera denuncia que alcanzó a la opinión pública, horas después del suceso. Entre las siete víctimas fatales: una niña de 2 años.
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Representantes del gobierno de La Habana permanecen en silencio sobre la mayoría de los detalles, únicamente prometiendo una “investigación exhaustiva” de la cual nada ha trascendido hasta la fecha.
“A nosotros no nos han dado ninguna explicación. No nos han dicho si esos asesinos están presos. Yo quiero pruebas”, sostiene Portales Meisozo.
