Se ha apagado una luz del exilio cubano con el fallecimiento este marte de Juan Manuel Salvat. A sus 84 años murió el empresario y activista anticastrista que por varias décadas impulsó la cultura cubana a través de su librería Universal y el sello editorial de su mismo nombre en Miami.
Salvat falleció acompañado de sus seres queridos. Su hijo Miguel Salvat dijo que “el exilio cubano primariamente tiene que considerar la fe que él siempre tuvo en Dios, él nunca le tuvo miedo a la muerte”.
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Esta tarde, su familia confirmó que a sus 84 años, Salvat partió con sus historias a una mejor vida. “Yo y mis hermanos, y nuestros hijos hemos tenido un gran privilegio por haberlo tenido como parte de nuestras vidas”, dijo su hijo.
Originario de Sagua la Grande, estudió en la escuela Jesuita y en la universidad de La Habana, donde comenzó a publicar el periódico La Trinchera. Ya en Miami en 1966, junto a su esposa Marta fundó la librería Universal y un año más tarde la editorial que con el tiempo se convirtió en un lugar de encuentros literarios del exilio cubano.
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Pedro Corzo, director del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el totalitarismo, lo recuerda como “un hombre que junto a su familia le dio espacio para que los creadores cubanos publicaran sus obras. Su fallecimiento es una pérdida gigantesca para nuestros valores culturales, tradiciones y costumbres”.
Sus amigos y figuras del exilio como Pedro Corzo y Ángel de Fana, ofrecieron unas palabras para recordar a quien con afecto llamaban ‘El Gordo’.
“Yo creo que todos los presos políticos cubanos tenemos un recuerdo muy noble de El Gordo Salvat como el quería que le dijéramos. Yo recuerdo que estando todavía preso se publicó un poema mío gracias a la editorial Universal y yo lo supe en la prisión. A Salvat de la forma que tenemos que recordarlo es continuando nuestras actividades literarias y patrióticas, Salvat era un héroe de la patria y un mártir”, remarcó Ángel de Fana, director de Plantados por la libertad y la democracia.
Local
La familia Salvat se encuentra organizando un servicio religioso para darle un último adiós.
