Un equipo de Telemundo 51 se subió a un avión caza huracanes y durante más de 10 horas voló cercano a las paredes del ojo de Dorian, un sistema que se debilita según lo visto desde el avión y que disminuye su categoría y sus vientos, mientras se reorienta al noroeste con vientos de 110 millas por hora.
Tras la experiencia de un vuelo en un avión militar que se dedica al reconocimiento de estos sistemas atmosféricos, quedan las impactantes imágenes de quienes pasaron varias horas volando en el centro del huracán, y que pueden contar lo sucedido a 10 mil pies de altura.
El vuelo que salió a las 4 de la mañana del martes, desde la base aérea Keesler, enBiloxi -Mississippi-, tomó más de 10 horas y durante ese tiempo al menos 4 veces el avión pasó varios minutos en el ojo del huracán Dorian.
La ruta del vuelo tomó dos horas y media llegar y regresar desde Mississippi hasta el huracán, y el resto del tiempo transcurrió dentro del sistema y sobrevolándolo.
El piloto Ben Blair se acercó al noroeste de las Bahamas donde prácticamente el ciclón se había mantenido estacionario por horas con velocidades de una milla por hora.
“Yo vole a la tormenta hace un par de días cuando era más intensa que hoy. Este ha sido un viaje más suave, hemos visto que la tormenta ha ido degradándose un poco en comparación con la intensidad de otros días”, aseguró Blair cuando se dirigía en dirección al centro, y estaban aproximadamente a 60 millas del ojo.
Lo que parecía ser una nube infinita era la pared del huracán que en esos momentos ya se estaba debilitando. Así que en el vuelo no se experimentaron tormentas eléctricas, y no mucho se podía observar del ojo de Dorian.
“Cada huracán es único, vamos a decir que cada uno de ellos tiene su propia personalidad”, aseguró Casey Densmore, tripulante del avión caza huracanes.
Un meteorólogo va a bordo del vuelo que es quien capitanea la tripulación compuesta en su mayoría por personal militar, encargados de recepcionar los datos que se consiguen tras el reconocimiento.
“Nosotros obtenemos la información, la transmitimos vía satélite en tiempo real. Toma entre 10 y 15 minutos obtener los datos necesarios dentro del avión, y se la enviamos al Centro Nacional de Huracanes para que ellos determinen los modelos de trayectoria y hagan el pronóstico”, explicó el meteorólogo Jeremy Dehart.
Durante cinco horas algunos tripulantes lanzan sondas que tienen GPS y los dispositivos necesarios para medir la velocidad de vientos, presión y temperatura en el mar.