MIAMI, Florida - Todo comenzó en el estacionamiento del Club erótico para caballeros Deans Gold, ubicado en el 1355 del Noreste y la calle 163, en North Miami Beach, donde acudió la policía después de que Matteo Falcinelli, de origen italiano y estudiante de FIU, fuera escoltado fuera del club por provocar disturbios. Era la madrugada del 25 de febrero.
Los oficiales le piden al joven de 25 años que se retire, pero él insiste en que sus teléfonos están dentro.
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Durante más de cinco minutos, aparentemente ebrio, Falcinelli estuvo interactuando con la policía incluso con palabras obscenas, hasta que en un momento, pide a un oficial que le diga su nombre tras lo cual, según el reporte de arresto, el joven tocó repetidamente a los oficiales y así fue puesto en custodia.
Lo trasladaron a la policía de North Miami Beach. Y según el video, en repetidas ocasiones se negó a bajar de la patrulla al llegar.
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Finalmente, baja y cuando es conducido a una celda provisional, golpea su cabeza contra la pared. Una vez dentro continuó haciéndolo, según se ve en el video policial, tras lo cual los oficiales entran.
Según la policía, Falcinelli siguió golpeándose la cabeza y cinco minutos después, los oficiales vuelven a entrar a la celda y le piden que pare de golpearse, y que se siente. Es entonces cuando así le ponen los inmobilizadores de piernas, como le habían advertido, según la policía para evitar que se hiciera daño.
Y atado de pies y manos estuvo por 13 minutos, según el metraje del video.
Luego los oficiales regresan le retiran los inmovilizadores de piernas. También vemos al joven a quien le aflojan las esposas y le piden que se siente, que se calme. También le dicen que él no querría volver a tener los inmovilizadores puestos.
Y casi dos horas después, comienza el traslado de Mateo Falcinelli a la cárcel TGK bajo cargos de intrusión en una propiedad privada, o sea “trespassing”, asalto a un agente del orden y resistirse al arresto sin violencia.
La defensa de Falcinelli proporcionó el siguiente comunicado sobre el caso: "La respuesta de las autoridades parece desproporcionada en el caso de Matteo. Su intento de obtener la identificación del oficial resultó en un derribo violento, causándole lesiones faciales. Posteriormente, en la comisaría, Matteo fue sometido a la controvertida práctica del hogtie, un método de restricción con riesgos reconocidos, incluida la posible restricción respiratoria y asfixia posicional. Vale la pena señalar que muchas agencias policiales han abandonado el hogtie debido a estos riesgos reconocidos".
