En medio de un ambiente cargado de emociones, la comunidad venezolana exiliada se congregó en el icónico Parque del Dominó, en la Pequeña Habana de Miami, para manifestar su apoyo a la restauración de la democracia en Venezuela. Este evento, marcado por la solidaridad y la denuncia, tuvo como principal objetivo visibilizar la represión y los abusos cometidos por el régimen de Nicolás Maduro, especialmente contra los líderes opositores.
El evento en Miami se convirtió en un espacio para que los activistas y familiares de víctimas del régimen alzaran sus voces en defensa de los derechos humanos en Venezuela. Entre los presentes, se destacó la denuncia del secuestro de los líderes opositores Williams Dávila y Américo De Grazia, quienes fueron capturados en Caracas por grupos vinculados al chavismo.
Andreína De Grazia, hija de Américo De Grazia, fue una de las figuras más visibles en el evento. Con una mezcla de indignación y desesperanza, relató cómo su familia en Venezuela ha visitado uno por uno los centros penitenciarios en busca de su padre, sin obtener respuesta alguna. "Han recorrido todas las cárceles del país, pero nadie sabe dónde está", declaró Andreína, reflejando el dolor de muchas familias venezolanas que sufren la desaparición forzada de sus seres queridos.
: María Corina Machado, una de las principales figuras de la oposición venezolana, también envió un mensaje de esperanza durante el evento. En medio de la incertidumbre y el dolor, Machado anunció que en los próximos días se realizará una actividad de gran magnitud, diseñada para movilizar a los jóvenes y renovar la fe en la posibilidad de un cambio en Venezuela. "Pongo mi fe en los jóvenes", afirmó, destacando el papel crucial que las nuevas generaciones tienen en la lucha por la libertad y la democracia.
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El Foro Penal, una ONG venezolana que se dedica a la defensa de los derechos humanos, reveló cifras alarmantes durante el evento. Según la organización, al menos 1,229 personas han sido arrestadas en Venezuela por motivos políticos, un reflejo de la brutal represión que enfrenta la disidencia en el país. Estas detenciones arbitrarias, que incluyen a figuras políticas, activistas y ciudadanos comunes, son una muestra del clima de miedo e intimidación que prevalece bajo el régimen de Maduro.
El evento en el Parque del Dominó no solo fue una jornada de denuncia, sino también de reafirmación del compromiso del exilio venezolano con la lucha por la libertad en su país. A pesar de la distancia y las adversidades, la comunidad exiliada sigue unida y determinada a seguir alzando su voz en favor de la democracia en Venezuela.
