Protestas en Cuba

El 11 de julio de 2021: el domingo que los cubanos quisieron ser libres

Las protestas del 11 de julio de 2021 en Cuba, fueron la espontánea expresión de miles de cubanos contra la dictadura castrista encabezada por Miguel Díaz-Canel

Telemundo

Las protestas del 11 de julio de 2021 en Cuba, fueron la espontánea expresión de miles de cubanos contra la dictadura castrista encabezada por Miguel Díaz-Canel, como gobernante designado por Raúl Castro, luego de que este dejara el poder absoluto que heredara a la muerte de su hermano Fidel.

Las protestas, mayormente pacíficas, se dieron en medio de un escenario sociopolítico y económico muy complejo, agravado por el aumento considerable del número de contagios de COVID-19 y la mala gestión gubernamental de la pandemia.

Los gritos de "patria y vida" se expandían en las calles, como extensión de una canción, convertida en antítesis del viejo eslogan fidelista de “patria o muerte”, que varios artistas habían popularizado un tiempo antes, y que ese domingo era la explosiva banda sonora de las protestas.

La dictadura cubana se vio sorprendida y rebasada por la generalidad de las protestas, que se iniciaron con una manifestación en el poblado de San Antonio de los Baños, que empezó a crecer y a trasmitirse en vivo por Facebook, contagiando con su grito de ¡Libertad! a manifestantes en poblaciones cercanas, como Güira de Melena y Alquízar.

El régimen se demoró en reaccionar, atrapado entre la masividad de las protestas y el desconcierto. Díaz-Canel se aparece en San Antonio de los Baños y se reúne con simpatizantes del régimen, tratando de aplacar las protestas, y de dar la sensación de que la situación estaba controlada, imitando lo hecho por Fidel Castro, tras el maleconazo de agosto de 1994, en medio de otra crisis profunda del régimen, que provocó el éxodo de los balseros.

Pero los videos en Facebook y Twitter atestiguaban que, como fuego, las protestas se extendían por toda la isla, exigiendo el fin de la dictadura: desde el popular malecón habanero hasta el municipio de Palma Soriano en el extremo oriental de la isla. Díaz-Canel, en una emisión en vivo por la Televisión Cubana, y seguramente instigado por el eficiente aparato represivo del régimen, soltó a los perros de presa: La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios” dijo, y se desató la violenta represión.

Por supuesto, necesitaba justificarla, y les echó mano a las eternas excusas inventadas por Fidel Castro desde décadas antes: recrudecimiento del bloqueo y persecución financiera.

Tres años después, al menos 670 cubanos siguen en prisión por participar en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021. Hoy, el exilio cubano en el sur de Florida reiteró su mensaje de apoyo a quienes están en la isla.

Pero no le quedó más remedio que reconocer que la incapacidad del régimen para resolver los graves problemas que enfrentaba el país había provocado "el anhelado estallido social masivo", mientras aseguraba que los enemigos de la Revolución Cubana buscaban “una intervención humanitaria”, que terminara en una intervención militar.

Vino entonces el intento del régimen por ocultar lo ocurrido, interrumpiendo los servicios de internet en los lugares donde estaban ocurriendo las manifestaciones para evitar que salieran hacia el exterior las imágenes de la represión y contener el contagio de las protestas en las regiones del país que no se habían unido a la rebelión popular.

Las calles vieron el despliegue de policías con armas largas, soldados pertrechados de palos y bates de béisbol, boinas negras, antimotines y brigadas de choque, que buscaba amedrentar a la población, que, además, estaba sin electricidad y sin Internet.

El apagón de las comunicaciones desconectó la reacción social en cadena inicial, que hizo crecer el entusiamo de la gente, que, envalentonada por las imágenes que se esparcían a toda velocidad por las redes sociales se unía a las protestas.

La reacción del exilio cubano en Miami

En el restaurante Versailles, exiliados cubanos se reunieron para conmemorar las protestas del 11 de julio de 2021. La fecha también fue celebrada en la Ermita de la Caridad y en la Pequeña Habana, destacando su significado para la comunidad cubana.

En Miami, la capital del exilio cubano, miles salieron a las calles para respaldar lo que sucedía en la isla y pedir el fin del régimen comunista, y el restablecimiento de un estado de derecho, al grito de "Si Cuba está en la calle, Miami también".

Los alcaldes de Miami y Miami Dade, Francis Suárez y Daniella Levin-Cava dieron públicamente su apoyo al pueblo cubano de la isla

"Miami está con ustedes" dijo Levine-Cava

“El mundo puede ver claramente la verdadera cara del gobierno cubano que ha matado por años a sus ciudadanos”, expresó Suárez.

La senadora estatal republicana Ileana García le pidió al presidente Biden que no normalizara relaciones con Cuba y que recrudeciera las sanciones contra el gobierno de Díaz-Canel.

Pero Orlando Gutiérrez, líder de la Asamblea de la Resistencia en Cuba, fue el único líder del exilio que entendió que, sin el apoyo de Estados Unidos, era muy difícil el cambio de régimen, y aprovechó para "pedir una intervención militar encabezada por los EEUU". Gutiérrez consideraba que solo una acción militar traería "la soberanía al pueblo de Cuba”.

"Si Biden no actúa, pronto Cuba se llenará de asesores rusos y chinos", como ocurrió en Venezuela, Nicaragua y Siria, dijo Gutiérrez.

Gutiérrez también dijo que el Gobierno de Biden podía hacer uso de una ley de 1962 que lo facultaba a usar cualquier medio a su alcance para impedir que el comunismo se extendiera.

También explocó que Biden poidía invocar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

Pero nada de eso pasó, y Estados Unidos se limitó a condenar la violenta represión del castrismo, y apoyar a la sociedad civil en la isla.

La violenta represión de las protestas

El canciller Bruno Rodríguez llamó delincuentes a los manifestantes, negó que existiera un estallido popular y desmintió que hubiera represión, al asegurar que había visto peores escenas de represión en Europa. Pero la verdad era otra.

Las manifestaciones más multitudinarias contra el gobierno a nivel nacional desde la revolución de 1959 terminaron asfixiadas por la violenta represión. El saldo, atroz: el cantante Diubis Laurencio Tejeda de 36 años, pierde la vida a manos de la policía. mientras protestaba ante una estación de policía en una de las tantas manifestaciones del domingo. las autoridades cubanas lo acusaron de ser un delincunte.

Los arrestos sobrepasaron los 1,400. Unos 790 de los detenidos fueron procesados y 488 manifestantes y transeúntes, incluyendo niños y niñas, fueron sentenciados a prisión.

Según la organización Human Rights Watch, las autoridades mantuvieron a los detenidos incomunicados durante días, semanas o incluso meses. Unos fueron procesados en “juicios sumarios” juzgados en grupo, y sin representación legal.

Otros fueron juzgados en “juicios ordinarios” y condenados a largas penas de prisión por tribunales militares, lo cual viola el derecho internacional. Otros fueron condenados por “sedición” y condenados alargas condenas de cárcel.

Los fiscales convirtieron en delito el ejercicio legítimo de la libertad de expresión y asociación, tales como protestar pacíficamente, insultar a Díaz-Canel y cantar “Patria y vida”.

La represión desatada por el régimen durante las protestas de julio de 2021 viola varios derechos protegidos por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y la Convención contra la Tortura (CCT).

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acusó al gobierno de Cuba de violar las garantías mínimas del debido proceso, que incluyen “la restricción del acceso a los expedientes penales o a las copias de las sentencias y la ausencia de una defensa técnica adecuada y de contacto con representantes legales”.

La Comisión también recibió varias denuncias sobre tácticas de intimidación a familiares y amigos de los acusados, así como a periodistas y activistas que participaron en las protestas.

En un informe de 37 páginas titulado Prisión o exilio: Represión sistemática contra las protestas de julio de 2021 en Cuba” Human Rights Watch documentó las violaciones de derechos humanos cometidas en el contexto de las protestas, incluyendo detenciones arbitrarias, procesos penales abusivos y tortura.

Desde ese domingo de julio, en el que los cubanos quisieron ser libres, tras más de 6 décadas de un régimen cruel y sangriento que ha causado miles de muertes, miles de presos políticos y millones de exiliados, la situación de la isla ha empeorado y las protestas populares y el descontento van en aumento.

Tres años después del 11J, el régimen cubano vive temiendo a un estallido mucho más masivo y peligroso. Hasta ahora no se ha producido. Y la nación cubana parece vivir en una estampida eterna, con los cubanos aprovechando las brechas abiertas, a través de Nicaragua, para huir en desbandada rumbo a Estados Unidos o hacia cualquier país que los reciba.

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