En una conferencia de prensa celebrada hoy, la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, presentó el presupuesto propuesto para el año fiscal 2025. Este es el cuarto presupuesto de su administración, y la alcaldesa afirmó que ha sido uno de los más desafiantes hasta la fecha debido a varios factores, incluyendo la reducción de la asistencia federal y el incremento de las demandas por servicios.
El presupuesto propuesto asciende a $12.7 mil millones de dólares y mantiene sin cambios la tasa de impuestos a la propiedad. A diferencia de años anteriores, no se propone una reducción en la tasa de amillaramiento, una medida que determina los impuestos sobre la propiedad. Levine Cava explicó que, aunque en años anteriores se lograron reducciones leves, las circunstancias actuales no permiten continuar con esa tendencia.
"La reducción leve en la tasa de amillaramiento en años anteriores ha sido beneficiosa", afirmó la alcaldesa. "Pero ahora, es mi responsabilidad presentar un presupuesto fiscalmente responsable que garantice la continuidad de los servicios esenciales y aborde las crecientes demandas de nuestra comunidad".
El presupuesto de $12.7 mil millones incluye $800 millones destinados a gastos operativos, de los cuales el 37% depende de los ingresos por impuestos a la propiedad.
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El presupuesto ha sido objeto de críticas por parte del principal oponente político de Levine Cava, Manny Cid, alcalde de Miami Lakes y candidato a la alcaldía de Miami-Dade. Cid, un republicano, argumenta que mantener la tasa de impuestos a la propiedad sin cambios resulta en aumentos excesivos debido al incremento del valor de las propiedades.
"Cuando mantienes la tasa de impuestos igual, el valor de las propiedades sube, lo que provoca un aumento del 3% para las casas con exención de homestead y al menos un 10% para las que no la tienen", señaló Cid. "La solución está en reducir los costos del gobierno del condado".
Cid también criticó la burocracia dentro de la oficina de la alcaldesa, sugiriendo que la administración actual es ineficiente y prometiendo reducir significativamente el personal si es elegido.
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El presupuesto deberá ser revisado y aprobado por la Comisión del Condado, y se llevarán a cabo varias reuniones y audiencias públicas antes de su aprobación final. Uno de los nuevos retos que enfrenta el condado es el costo asociado a la transición hacia cinco nuevas posiciones constitucionales que ahora serán elegidas por los votantes, una medida que agrega presión al presupuesto ya ajustado.
La alcaldesa Levine Cava concluyó su presentación subrayando la importancia de mantener los servicios esenciales para los residentes y realizar inversiones clave que beneficien a la comunidad. A medida que se acercan las audiencias públicas, tanto defensores como críticos del presupuesto se preparan para un intenso debate sobre las prioridades y necesidades del condado de Miami-Dade.
