En una zona agrícola en las afueras de puerto España, un almacén de insumos se ha convertido en el refugio provisional de 112 cubanos migrantes en Trinidad y Tobago.
El hacinamiento y las deplorables condiciones de vida cortan el aliento, ellos le han llamado ¨campamento la esperanza¨.
Fue el pasado noviembre cuando más de 150 cubanos establecieron un plantón frente a la sede de naciones unidas en Trinidad y Tobago: reclamaban respuestas del comisionado para refugiados ACNUR, pues no tenían donde vivir ni trabajar porque no hay marco legal para solicitantes de asilo en ese país.
La policía terminó el levantamiento arrestando a 78 de ellos mientras otros 32 mantuvieron la manifestación frente al edificio.
Dicen que en ¨la esperanza sobreviven¨ arrimados a sacos de insumos agrícolas; comiendo de las donaciones de buenos samaritanos.
Actualmente no está claro cuántos cubanos residen sin condición legal en Trinidad y Tobago...los primeros llegaron a la isla caribeña, localizada a más de 2 mil kilómetros de La Habana, hace tres años porque el país no requiere visado. De este grupo de 78, 35 ya tienen la condición de refugiados de naciones unidas y el resto espera completar el proceso. Aseguran que en cuba su vida corre peligro.
Todos tenemos antecedentes de anticastrimo y condición política definida anticastrista¨, dice Homitza Trillo, una cubana exiliada en Trinidad y Tobago.
Local
Sobre la situación de los migrantes, representantes de ACNUR en Washington respondieron formalmente mediante un correo electrónico a algunas de nuestras preguntas:
“El ACNUR sostiene una relación fluida y constructiva con el gobierno de Trinidad y Tobago para apoyar los esfuerzos del país en encontrar soluciones para los refugiados y solicitantes de asilo y las comunidades que los acogen”.
Sibylla Brodzinsky, vocera de la organización, comentó que intentan maximizar el impacto de los programas de asistencia económica para los refugiados, dentro de un contexto financiero complejo “En todo el mundo el programa de asistencia monetaria del ACNUR está diseñado para ser una intervención puntual para ayudar únicamente a los solicitantes de asilo y refugiados más vulnerables”, indicó.
Y sobre lo que ha sido el mayor reclamo de los exiliados cubanos en Trinidad y Tobago: el reasentamiento, declaró la funcionaria: “El reasentamiento es una solución duradera que se aplica sólo a los casos extremadamente vulnerables. Alrededor del mundo menos del uno por ciento de todos los refugiados son reasentados, tras un análisis exhaustivo de las situaciones particulares de cada caso. La decisión de aceptar o no a refugiados para reasentamiento es potestad de cada país. Otras soluciones duraderas incluyen la integración local en las comunidades de acogida y la repatriación voluntaria cuando ésta es posible en condiciones dignas”.