LA HABANA.- Elsa salió de Cuba la noche de este lunes entre Matanzas y La Habana, sin muchos estragos. Atravesó la isla con vientos de 60 mph y dejó atrás mucha lluvia
Elsa se debilitó al entrar a la isla, y luego de salir al golfo de México volvió a fortalecerse mientrsa se enfila hacia la Florida.
La isla estuvo en la fase de alerta para la provincia de Artemisa, ubicada en su zona más occidental.
En las regiones central y occidental, los vientos se sentieronn con fuerza de tormenta tropical, con velocidades entre los 60 y 75 kilómetros por hora y con rachas superiores de hasta 100 kilómetros por hora.
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Varios miles de personas que viven en lugares con peligro de inundaciones o cuyas viviendas no son seguras fueron evacuadas a centros estatales habilitados para estas contingencias o se han cobijado en casas de familiares y amigos.
Las autoridades de la DC pidieron a la población mantenerse informada a través de los medios de comunicación o las cuentas oficiales de las redes sociales, y a cumplir con las medidas e indicaciones orientadas por ese organismo.
Esta tormenta, que durante su tránsito por las Antillas Menores se convirtió en el primer huracán de la actual temporada de ciclones del Atlántico, ha ido girando al noroeste.
Local
Elsa pasó ayer domingo cerca de las costas sureñas de las provincias orientales de Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma, donde hasta ahora solo se han reportado afectaciones en la agricultura y el servicio eléctrico, de acuerdo con datos preliminares divulgados por medios estatales.
La actual temporada de ciclones en el océano Atlántico -desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre- se prevé más activa, con un pronóstico de varios huracanes que circularán por la región y una probabilidad del 85% para Cuba de ser golpeada por alguno de ellos.
La última ocasión en que un huracán de grandes dimensiones afectó a Cuba fue en 2017, cuando Irma recorrió la costa norte de la isla de oriente a occidente dejando 10 muertos y pérdidas materiales cuantificadas en 13,185 millones de dólares en viviendas, infraestructuras y en los sectores agrícola y ganadero, según datos oficiales.