Una misión que ya lleva seis días ininterrumpidos de búsqueda de sobrevivientes entre los escombros, tras el repentino colapso de una de las torres del edificio Champlain.
El gobernador de la Florida dijo: “las personas preguntan si hay esperanza o que va pasar, la manera que lo miro, como una persona que estuvo en el navy, es que cuando alguien desaparece en acción, en el servicio militar, tú estás perdido hasta que te encuentran y no vamos a detener la búsqueda”.
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>Pablo Rodriguez tiene a su mamá y a su abuelita entre los escombros, dice: “cuando vi el video de la torre cayéndose y el apartamento de ella lo veo caer, se cuál es el balcón y fue la primera torre y la otra le cae arriba en ese momento mi corazón me lo quitaron del pecho”.
Aquí la desgarradora entrevista completa de la periodista Leana Astorga
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>La mamá y la abuelita de Pablo Rodríguez siguen entre las 150 personas desaparecidas, a medida que pasan las horas. Él dice que intenta resignarse al dolor de haberlas perdido.
“Sería un milagro y un milagro que me haría la persona más feliz del mundo, pero no tengo esperanza, la única esperanza es que hagan una investigación propia que miren adentro de la causa a los responsables, y que haya justicia”, dice.
Local
Alfredo Ramírez, jefe de policía de Miami Dade, dice: “la fiscalía va a tener un gran jury para mirar esta investigación, se va a demorar, es un proceso muy técnico y va a ser bien para traer justicia y lo que ha pasado aquí”.
Ante tantas preguntas sin respuestas los rescatistas aseguran que hacen todo lo posible por encontrar vida entre estas ruinas.
El dolor que describe Pablo es profundo e indescriptible: “en seguida que me bajé del carro, cerca del área, donde veo el derrumbe me caí, no pude pararme, estuve llorando por 15 minutos en medio de la calle”.
En esos escombros están sus dos Helenas, las mujeres que lo ayudaron y acompañaron toda su vida.
“La vimos, le dimos un abrazo y nos fuimos, porque la íbamos a ver el otro fin de semana, si sabía que esa era la última vez que la vería, todavía estaría dándole un abrazo”.
La entrevista se cortó por un abrazo. Un abrazo tan necesario para desahogar el sufrimiento y la tristeza de un hijo y nieto que ha quedado huérfano y lleno de preguntas.