Una de las vecinas que protestaba, una mujer de 61 años, fue arrestada por agentes de la policía y el momento quedó captado en cámara.
En el parque de casas móviles Li’l Abner, en Miami-Dade, el futuro se percibe incierto para los residentes tras el inicio de las demoliciones.
Molestos llegaron esta noche a la sede de la alcaldía de la ciudad de Sweetwater los propietarios de casas móviles que recibieron una orden de desalojo, porque el terreno donde están sus viviendas fue vendido.
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Este miércoles comenzaron las demoliciones y la situación se puso tensa. Un video muestra el arresto de una mujer residente del parque, identificada por sus vecinos como Vivian, ha encendido la preocupación en la comunidad.
Según relatan los testigos, Vivian, una mujer descrita por sus vecinos como educada y de buen carácter, se acercó a la oficina administrativa para expresar sus quejas sobre el polvo generado por la demolición de una de las casas móviles. Su reclamo terminó en un enfrentamiento con las autoridades que fue captado en video.
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“Vivian es una persona maravillosa, no entendemos qué pasó. Toda la comunidad está desesperada”, declaró Bernabé, uno de los residentes del parque. Sin noticias claras sobre la situación de la mujer, la tensión se suma al ambiente ya cargado de incertidumbre que envuelve a las más de 900 familias que enfrentan un inminente desalojo.
La demolición marca el principio del fin para Li’l Abner, un parque de casas móviles que cerrará sus puertas definitivamente el 19 de mayo de 2025 tras la venta del terreno. Mientras algunas familias comienzan a buscar alternativas, otras, como la de Diego, enfrentan una realidad desoladora.
Local
Diego ha vivido en Li’l Abner durante 30 años. Con pocas cajas que ha logrado reunir y sin un destino claro, asegura que no tiene a dónde ir. “Esta ha sido mi casa por décadas. No sé cómo empezar de nuevo”, expresó.
La empresa propietaria del terreno ha ofrecido un paquete compensatorio de $14,000 a aquellos residentes que abandonen el lugar antes del 31 de enero. Sin embargo, muchos consideran que esta cantidad es insuficiente para cubrir los costos de reubicación, especialmente en un mercado inmobiliario donde los precios de la vivienda están en constante aumento.
“La demolición y el polvo son solo el principio del problema”, afirma Orlando, otro residente. Aunque él tiene la ventaja de ser inquilino y no propietario, también debe buscar un nuevo lugar para vivir. “Es una situación difícil para todos”.
