Lo que parecía ser una familia común residiendo en el Star Motel, ubicado en Okeechobee Road, resultó ser el epicentro de una red de tráfico de drogas que operaba, incluso, en presencia de menores de edad. Un operativo policial de gran escala, que incluyó equipos tácticos especiales, puso fin a esta actividad ilegal con la detención de cinco personas vinculadas entre sí por lazos familiares y, al parecer, por negocios ilícitos.
Las autoridades venían siguiendo la pista de esta familia tras una investigación encubierta que reveló la venta de sustancias como fentanilo y marihuana desde la habitación número 6 del motel. Durante el proceso, un detective aseguró haber presenciado al menos tres transacciones distintas en las que los implicados intercambiaban estupefacientes a plena vista de los menores que convivían con ellos.
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"Todos eran familia realmente, era un negocio familiar", comentó un testigo del operativo, dejando entrever la normalización de estas prácticas dentro del grupo.
La madrugada del allanamiento, la escena era impactante. Decenas de agentes rodearon el motel y, a través de altavoces, exigieron la rendición de los sospechosos.
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"¡Salgan con las manos en alto!", se escuchaba en repetidas ocasiones mientras los efectivos tácticos se posicionaban estratégicamente alrededor del establecimiento.
Uno a uno, los detenidos fueron sacados de la habitación. Entre ellos, Melinda Nieves, identificada como la madre y presunta cabecilla de la operación, sus hijos Jessica y William, además de Roy Durán y José Cortés, quienes también formaban parte del círculo cercano.
Mientras esto ocurría, los residentes del motel observaban el procedimiento, sorprendidos pero, al mismo tiempo, aliviados. "De noche aquí al frente se ven cosas indebidas, mucho movimiento de personas de proceder extraño", relató un vecino.
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Más allá del tráfico de drogas, el caso tomó un giro aún más preocupante cuando se confirmó que dos menores residían en la misma habitación donde se realizaban las ventas ilícitas.
Las autoridades aún no han dado detalles sobre su estado actual ni sobre el destino que tendrán tras la detención de los adultos responsables. "Estamos esperando una respuesta por parte de la Policía de Hialeah para confirmar que los dos menores están bien", informaron fuentes oficiales.
Los cinco detenidos enfrentan cargos que van desde negligencia infantil hasta tráfico de estupefacientes, y permanecerán en la cárcel de TGK mientras avanza el proceso judicial.
En la corte, mientras se le leían los cargos a Melinda Nieves, la mujer negaba con la cabeza, pero las pruebas en su contra parecen contundentes. Para las autoridades, la caída de este “negocio familiar” representa un paso más en la lucha contra el tráfico de drogas en la comunidad, pero deja en evidencia un problema aún más profundo: la vulnerabilidad de los menores expuestos a estos entornos.
La investigación sigue abierta y se espera que en los próximos días se den a conocer más detalles sobre el futuro de los menores involucrados en este caso.