MIAMI, Florida - En medio de la incertidumbre, muchas familias de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití aguardan respuestas de USCIS respecto al parole humanitario, pero los retrasos han generado preocupación y frustración. Arnulfo Peralta, quien ha investigado este fenómeno, nos trae detalles reveladores tras conversar con expertos en el tema.
Uno de los casos más representativos es el de Julio Mota, un venezolano beneficiado con el parole humanitario hace siete meses. A pesar de que él y su familia recibieron la aprobación, un código de autorización de viaje para su hija de 3 años ha truncado sus planes.
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Julio recuerda el momento en que recibieron la noticia en enero de 2023 mientras aún vivían en Venezuela. Sin embargo, la falta del código de acceso para su hija ha dejado a la familia en una angustiante espera, mientras Julio trabaja como camionero, esperando una respuesta que nunca llega.
La frustración de Julio es compartida por numerosas familias que se encuentran divididas debido a estos retrasos. Según el abogado de inmigración Jhon de la Vega, el oficial de seguridad nacional Blass Nuñez ha recibido más de 300 casos similares, lo que refleja un problema común en el sistema.
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USCIS ha aclarado que procesará 30,000 casos al mes según lo anunciado, pero los problemas persisten. El abogado de inmigración Héctor Quiroga señala que estos problemas prácticos generan más fricción en lugar de avanzar hacia una reforma migratoria integral.
Los beneficiarios del parole humanitario tienen un plazo de 90 días para viajar, con la posibilidad de una extensión adicional de 90 días. Sin embargo, después de esta prórroga, USCIS puede retirar el beneficio a su discreción, lo que agrega más incertidumbre para estas familias.
Aunque la espera es desalentadora, una pequeña esperanza surge con la noticia de que un juez de Texas ha desestimado una demanda de 20 gobernadores contra el Parole Humanitario, brindando cierto consuelo temporal en medio de este difícil proceso.
