Diontae Blackman, un hombre de 26 años, fue detenido esta semana por cargos de agresión sexual, robo y secuestro tras un ataque a una mujer en su propio apartamento en el centro de la ciudad. Este incidente marca su segunda acusación por delitos de naturaleza similar, a pesar de haber sido liberado bajo libertad condicional apenas en mayo pasado.
El presunto ataque ocurrió el pasado 26 de agosto en un edificio residencial del Downtown de Miami. Según el informe policial, la víctima, una joven de 20 años que no habla inglés, se encontraba sola en el apartamento. Minutos después de que sus compañeras de cuarto salieran, Blackman presuntamente ingresó a la vivienda a través de una puerta entreabierta.
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>“Ella había ido al balcón y, al regresar, lo encontró en la cocina”, explicó Mike Vega, portavoz de la Policía de Miami.
La situación escaló rápidamente. Según el relato de la policía, el sospechoso, armado con el cuello roto de una botella de vidrio, amenazó a la joven y la obligó a dirigirse al dormitorio. En un acto de terror e impotencia, la víctima obedeció. Dentro de la habitación, Blackman procedió a cometer la agresión sexual.
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>Tras el ataque, la mujer logró contactar a las autoridades y a sus compañeras de cuarto. Aunque intentaron confrontarlo, el sospechoso logró huir.
La intervención rápida de la policía permitió obtener pruebas clave. Un kit de violación fue utilizado para recolectar evidencia forense, y los resultados de ADN confirmaron la identidad de Blackman, cuyo perfil ya estaba registrado en una base de datos debido a un caso previo en 2021.
Ese incidente anterior también ocurrió en Miami, en un edificio de lujo en Brickell. Las cámaras de vigilancia captaron a Blackman siguiendo a la víctima hasta su apartamento. Aunque la mujer logró escapar gracias a la ayuda de vecinos tras gritar desde el balcón, el ataque dejó secuelas físicas y emocionales.
Local
Pese a la gravedad de ese caso, Blackman recibió una sentencia que le permitió salir en libertad condicional, una decisión que ahora ha resultado fatalmente controvertida.
La reincidencia de Blackman ha puesto en el centro del debate la efectividad del sistema judicial en prevenir nuevos delitos por parte de agresores sexuales. “Esto no debería haber ocurrido”, señaló un experto en seguridad local. “Cuando un individuo muestra un patrón de conducta tan peligroso, la prioridad debería ser proteger a la comunidad”.
La Policía de Miami ha instado a posibles víctimas adicionales a que se presenten con información. Según las autoridades, no se descarta la posibilidad de que Blackman haya cometido más ataques en el área.
Cualquier dato puede ser comunicado de manera anónima a través de la línea de Alto al Crimen.