condado Miami-Dade

Arrestan a hombre acusado de múltiples delitos de voyerismo y robo en Miami-Dade

Yoel Antonio Setien Martínez, es el hombre de 26 años acusado de una serie de delitos que tenían a los residentes en constante temor

Telemundo

La tranquilidad regresó al vecindario de Hammocks, en Miami-Dade, tras la detención de Yoel Antonio Setien Martínez, un hombre de 26 años acusado de una serie de delitos que tenían a los residentes en constante temor. El acusado enfrentó esta tarde su primera audiencia en corte de fianza, donde se le imputaron diez cargos de robo en lugares ocupados, diez cargos de voyerismo, exhibicionismo y resistencia al arresto.

La policía había estado siguiendo a Setien durante meses, luego de recibir múltiples reportes de intrusiones en patios y conductas inapropiadas en las propiedades del vecindario. Artemisa Colomé, oficial del Departamento de Policía de Miami-Dade, explicó cómo se desarrolló la operación que culminó en el arresto:

"Implementamos varias operaciones nocturnas hasta que, finalmente, ayer alrededor de las nueve de la noche, lo encontramos escondido en un árbol mientras intentaba entrar nuevamente a una casa. Detectives actuaron rápidamente y lograron detenerlo", señaló Colomé.

Los residentes de Hammocks vivieron semanas de incertidumbre. Muchas víctimas, especialmente mujeres que viven solas o familias con niños pequeños, reportaron haber sentido que su privacidad y seguridad estaban completamente vulneradas.

Una de las víctimas, quien prefirió mantenerse en el anonimato, relató un encuentro aterrador con el acusado:

"Era de noche, estaba viendo televisión y de repente lo vi en mi patio. Fue en mayo. Regresó otra vez y, cuando no le presté atención, comenzó a golpear el cristal de mi ventana", relató.

Otro informe policial detalla que, en varias ocasiones, Setien ingresó a patios asegurados, se masturbó frente a una de sus víctimas y llegó a subirse al techo de una vivienda para observar por una ventana.

El impacto en la comunidad ha sido profundo. Algunos residentes se sienten aliviados por la detención, pero el miedo persiste. Rubén Castillo, quien vive en la zona con su esposa e hijas, expresó su preocupación:

"Es mejor que no lo volvamos a ver por aquí. Tengo dos hijas y una esposa, y no es justo vivir con el temor de que algo pudiera sucederles", comentó.

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