La policía de Miami ha detenido a un joven de 14 años acusado de ser el responsable de un tiroteo fatal que tuvo lugar el pasado 11 de octubre en Little Haiti.
El incidente, ocurrido alrededor de las 12:51 de la madrugada, dejó a Robin Fernández, de 35 años, sin vida en el lugar de los hechos y a David Pichinte, de 32 años, en estado crítico. Este hecho ha conmocionado a la comunidad, que aún trata de entender cómo un adolescente pudo estar involucrado en un acto tan violento.
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Según el informe policial y los testimonios de los presentes, un grupo de cinco hombres se encontraba conversando y compartiendo bebidas en la calle 131 NW 77 en el corazón de Little Haiti, cuando el adolescente se acercó a ellos. Mike Vega, portavoz de la policía de Miami, explicó que el joven les pidió algo de beber. "Le dijeron que se fuera del área, lo que provocó una discusión entre el niño y las víctimas", detalló Vega.
Lo que comenzó como un intercambio verbal rápidamente se tornó mortal. De acuerdo con el informe de las autoridades, el joven sacó un arma de fuego y disparó contra los hombres. Las imágenes de las cámaras de vigilancia muestran cómo el grupo intentó huir en medio del pánico, tratando de escapar de los disparos.
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Marlon Castro, amigo de las víctimas y testigo presencial del tiroteo, relató con angustia lo ocurrido aquella fatídica noche. "Cuando lo veo venir, me asusté y lo único que pude hacer fue correr", expresó, describiendo cómo el joven agresor, "vuelto loco", comenzó a disparar indiscriminadamente. En su testimonio, Castro reveló que uno de los disparos alcanzó a Robin Fernández mientras intentaba escapar. “Lo alcanzó y le disparó. Cuando llegamos a la escena, la víctima ya estaba boca abajo, muerta”, recordó con dolor. Castro también señaló que Fernández recibió seis impactos de bala, mientras que su cuñado, David Pichinte, recibió dos disparos, y actualmente lucha por su vida en un hospital local.
Tras el tiroteo, el joven huyó del lugar, pero fue capturado después de una intensa investigación llevada a cabo por la policía de Miami. Según Mike Vega, el adolescente ya era conocido por las autoridades debido a un robo a mano armada ocurrido solo un mes antes, en el que le había robado la cartera a una mujer mayor. Este historial de delitos graves a tan corta edad ha generado preocupación y cuestionamientos sobre las circunstancias que rodean la vida del joven detenido.
Robin Fernández, la víctima mortal, era un trabajador de la construcción, descrito por sus seres queridos como una persona humilde y generosa. "Era una persona noble, lo queríamos mucho", expresó un amigo de la familia. La muerte de Fernández ha dejado un vacío profundo en su círculo cercano, que lamenta la pérdida de un hombre trabajador que no merecía un final tan trágico.
