cancer

A los dos años fue diagnosticada con cáncer pero el hospital St. Jude la salvó

Se le cayó el cabello, se puso débil y pasó momentos de mucho dolor y agotamiento, pero ahora a sus trece años cumple su sueño de bailar en competencias, saludable y llena de ilusiones.

Telemundo

Crista tenía apenas dos añitos cuando sus padres recibieron una devastadora noticia: la niña tiene cáncer de hígado.

Su madre Karla recuerda de aquel momento. “Primero no lo puedes creer verdad, porque a mí, no puede ser posible como una niña tan chiquita, tan sana, que estuvo criada con todo orgánico pueda tener un cáncer de se tipo”.

Y lo cierto es que el cáncer no discrimina, no distingue edad, genero, raza o estatus social, el cáncer puede enfermar a cualquiera.

El hospital local querían operarla acá cuando me dan el diagnóstico, pero cuando me dice el cirujano que ellos operan cada dos, tres, cinco meses. Lo primero (que pensé) yo como médico y mis amigos, (fue) no tu necesitas a alguien que tenga el conocimiento”, revela Karla.

El conocimiento, la experiencia, las investigaciones sobre el cáncer infantil estaban en el hospital St Jude que aceptó a su hija Crista como paciente. “Fue un momento de alegría y al mismo tiempo de incertidumbre porque nosotros somos inmigrantes nuestra familia no vive acá y yo tenía que ver que hacía con mis otros hijos”, relata.

Se mudaron a St Jude, en Memphis, Tennessee, sin pagar un centavo, porque este hospital cubre todos los gastos. La niña fue sometida a una larga y complicada operación y luego quimioterapia. “Yo me acuerdo estaba en una siesta, tenía su pelo largo y cuando se sienta la niña tenía todo el pelo en la mano, fue bien difícil la verdad, pero era parte del proceso”.

Se le cayó el cabello, se puso débil y pasó momentos de mucho dolor y agotamiento. Crista cuenta: “tenía que quedarme en el hospital por un montón de tiempo”.

Tiempo que por su corta edad Crista no recuerda. “Yo solo recuerdo el hospital pero casi me olvidé que tenía cáncer porque estaba lleno de color”.

A sus trece años, verla cumplir su sueño de bailar en competencias, saludable y llena de ilusiones es el mejor testimonio de que St Jude salva vidas y hace milagros.

“Yo estoy muy agradecida de St Jude por todo lo que han hecho para mí y para mi familia”, confiesa Crista, mientras que su madre Karla remarca: “El doctor que la operó es número 1 en hígado de niños del mundo igual que le de cabecera es el número 1 de masa sólida de patología en el mundo, mejores médicos no podemos encontrar”.

Por eso cuando le preguntan qué significa el hospital St Jude, Karla responde: “para mi significa la vida de mi hija”.

Si usted quiere ayudar a pacientes de St Jude puede hacerlo donando en esta página.

Exit mobile version